El agravio de la infrafinanciación de la Comunitat Valenciana respecto a la media de ingresos del conjunto de las autonomías ya ronda los 20.000 millones de euros en la última década y media. La actualización la acaba de realizar la Conselleria de Hacienda e incluye también el importe de los gastos financieros a los que han tenido que hacer frente las arcas autonómicas para equilibrar los menores ingresos, lo que ha supuesto un desembolso añadido de 3.100 millones de euros.
Esos 19.300 millones son los que la Generalitat debería de haber percibido en estos dos años si los dos sistemas de financiación autonómica negociados en este período, el de 2001 con gobierno del PP y el de 2009 bajo gestión socialista, le hubieran situado en la media de ingresos autonómicos. Ese dinero es lo que el Consell considera deuda histórica del Estado con la Comunitat Valenciana y viene a suponer unos 210 euros por valenciano cada año. El dato es relevante porque alcanza prácticamente la mitad de la deuda actual de la Generalitat, en torno a 45.000 millones.
El año pasado, cuando el bipartito de izquierdas se hizo cargo de la gestión, el agravio por la infrafinanciación se elevaba a 12.433 millones de euros, según calcularon entonces. Ahora lo elevan a casi 20.000 millones. Los datos entre 2002 y 2014 provienen de la liquidación del sistema de financiación y las cifras de 2015 y 2016 se han estimado en base a los últimos años liquidados.
El año pasado, el departamento que dirige Vicent Soler ya envió un informe a Madrid en el que reclamaba la deuda histórica tras más de una década de «maltrato». Ahora con la actualización y la proyección realizada ya son 15 de infrafinanciación, a los que se ha sumado el gasto financiero.
La reclamación de una mejor financiación para la Comunitat Valenciana es una exigencia que comparten todos los partidos con representación en las Corts Valencianes, pero que no se ha abordado en los años de mayoría absoluta del PP y que la interinidad del Gobierno desde hace más de medio año complica aún más.
Más de una quincena de informes sitúan a la Comunitat Valenciana en el furgón de cola de las autonomías peor financiadas, lo que el propio Gobierno de España ha admitido en varias ocasiones. El Consell sostiene que está en riesgo la propia viabilidad de la autonomía. El conseller de Hacienda dice que el modelo actual es injusto y vulnera sistemáticamente la Constitución, que recoge la igualdad entre españoles.
