Teniendo en cuenta que el denominado Acord del Botànic olvidó a la administración pública y no existe una sola línea en su contenido dedicada a la modernización, profesionalización, eficiencia y eficacia de la misma y mucho menos a su personal, nos satisface que el informe sobre la situación de la Función Pública valenciana haya considerado el asunto de la temporalidad en el empleo como una lacra a la que es necesario encontrar una solución de forma urgente.

El asunto no resulta fácil. La responsabilidad de haber llegado a esta situación recae en la administración, y por tanto a ella le corresponde el diseño de la solución extraordinaria que las organizaciones sindicales estamos sin duda dispuestas a debatir, negociar y, si la valoramos como realmente útil, apoyar.

Cada año que transcurre se va perdiendo un porcentaje importante de recursos humanos debido a la alta edad media del funcionariado valenciano y a la elevada tasa de temporalidad. Si dichos recursos no se reponen a través de ofertas de empleo, ocurrirá a medio plazo que o nos quedamos sin administración porque no habrá personal suficiente para prestar el servicio, o aumentará la temporalidad aún más con la contratación de personal en situación precaria.

Sea cual sea la solución para el personal interino, desde CSI·F consideramos que deben tenerse en cuenta tres aspectos esenciales: el primero, la valoración de la experiencia; el segundo, el carácter práctico de las pruebas; y el tercero, un número suficiente de plazas en oferta. Estamos abiertos a negociar y a hablar respetando los derechos de todos: funcionarios de carrera, interinos y opositores.

Pongámonos a trabajar ya porque las legislaturas pasan y los problemas se agravan. Desde el punto de vista de CSI·F, el Consell no se puede limitar, en todo caso, a propuestas o anuncios de medidas sin antes calibrar las consecuencias de los mismos, porque generan unas expectativas que pueden quedar frustradas. Si el Consell quiere que el anteproyecto de Ley de la Función Pública Valenciana resulte consensuado como ocurrió en 2010, urge comenzar ya a trabajar para diseñar el futuro de la administración profesionalizada y eficiente que merecen los valencianos.