El Ministerio de Fomento tiene prácticamente definido un acuerdo con la concesionaria de la AP-7, la empresa Abertis, para desviar los camiones de la N-340 a la autopista.... pero en Tarragona. Pese al clamor de empresarios, ayuntamientos y ciudadanos para exigir la gratuidad de la AP-7 entre Castelló y Almenara mientras duren las obras en la autovía A7 -se estima más de medio año de trabajos en esta carretera-, y entre Sagunt y la capital de la plana, el silencio sigue siendo la respuesta del ministerio, que parece poco proclive a escuchar la voz de los municipios castellonenses afectados.

Como contraposición, el secretario de Estado de Infraestructuras de Fomento, Julio Gómez-Pomar, avanzó ayer, en un acto en la localidad tarraconense de l´Hospitalet de l´Infant, que el ministerio tiene prácticamente cerrado un acuerdo con Abertis para el desvío de camiones de la carretera N-340 en la autopista AP-7 con bonificaciones, pero únicamente en la demarcación de Tarragona. Eso sí, aclara Gómez-Pomar que la fumata blanca sólo llegará una vez se cierre, si es que se concreta, el nuevo Gobierno de España, para avanzar así en los contactos con la Generalitat de Cataluña. Lo curioso es que, lo que a priori podía parecer una decisión positiva para los vecinos de la comarca del Baix Camp, lo cierto es que los residentes la ven totalmente insuficiente. Y es que en la provincia vecina se lleva denunciando desde hace años la alta siniestralidad en la N-340, hasta el punto de que se realizan cortes periódicos del vial para exigir la gratuidad de la autopista. Con ello, los vecinos cree que con este pacto para desviar con bonificaciones a los camiones no tiene en cuenta a los ciudadanos ni a los transportistas y es una solución absolutamente «insuficiente».

El debate en Castelló es otro, ya que no se ha planteado de momento ninguna solución, ya sea intermedia como la que parece diseñarse en Tarragona, o la liberalización total de la autopista mientras duren los cortes en la A-7, entre la Vilavella y Xilxes, por las obras en la autovía.

Comparecencia de ministro

El senador territorial de Compromís Carles Mulet, por su parte, registró ayer una petición para que el ministro de Fomento en funciones, Rafael Catalá, o quien asuma su cartera en un hipotético futuro gobierno, «dé la cara» ante la Cámara Alta respecto al «caos» generado por las obras de la A-7 en la Plana Baixa. Según Mulet, «dudamos, vistos los precedentes, que las obras cumplan los calendarios previstos y, mucho menos, que solucionen el problema antes de ese plazo».

Para Mulet, «la AP-7 tendría que ser gratuita desde hace décadas, pero, al menos ahora, en casos puntuales y urgentes como éste, establecer transitoriamente la gratuidad hasta que finalicen las obras». Además, el senador ecosocialista reitera que el «caos» de la A-7 «llega en el mismo tiempo que el caos de las cercanías por las obras del tercer hilo, como una especie de maldición desde Madrid para hacer impracticable la circulación entre Castelló y Valencia».