Guillermo Fariñas puede entrar y salir de su Cuba natal sin problemas desde 2013. Ayer se encontraba en Valencia, en la Universidad Europea, para hablar sobre la para él ausente transición cubana. Su delgado cuerpo lleva 25 huelgas de hambre encima. Algunas de ellas las impulsaron causas como la instalación de un teléfono en casa de su madre. Otras, terminaron con la excarcelación de 116 disidentes.
Acaba de terminar abruptamente su última huelga de hambre. ¿Tienen sentido? ¿Hacen mella en el régimen cubano?
Sí. La huelga de hambre te da un ascendente moral sobre tu adversario, porque te estás jugando la vida. Entiende que aunque tenga la fuerza del poder y los fusiles, tú eres más fuerte. Es una cuestión espiritual. En esta última huelga he sido engañado. La terminé porque me dijeron que el Parlamento Europeo iba a incluir una enmienda Fariñas y no era así. Ahora la Interpol está investigando el delito cibernético (suplantaron la web del Parlamento Europeo).
La semana pasada el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y una delegación de empresarios valencianos viajaron a Cuba para estrechar lazos económicos. ¿Qué le parece?
Estoy rezando, porque sé que están siendo engañados. El gobierno cubano ha creado un marketing importantísimo para aparentar que hay cambio y tienen que saber que allá todo lo dominan los militares, son los que mantienen el poder económico.
¿Puig y los empresarios se han reunido con la plana militar?
Sí, aunque vayan de civiles son ellos. Y rezo para que no les hagan como a la Cherry. El régimen coge la tecnología punta que les llevan los inversores extranjeros, la manejan, la maduran, la meten en el mercado y después inventan cualquier pretexto para quitarles el producto. El poder judicial está de su parte. Eso ha pasado ya a empresarios chilenos, españoles, panameños,... Estuve encarcelado con un empresario panameño que fue el que hizo el parque científico de La Habana a Fidel. Como le debían 36 millones de dólares era mejor meterlo preso que pagarle.
¿La apertura económica no ha conllevado apertura democrática en la isla?
No, al contrario.
Ha habido más encarcelamientos desde 2015, según Human Rights Whatch. ¿Hay realmente una transición democrática cubana?
Lo que hay no es una transición democrática, sino familiar. El liderazgo de los Castro está muriendo, porque están mal de salud, pero quieren que continúe su dinastía.
Hace poco dijo que en Cuba se daban las condiciones necesarias para una guerra civil.
Así es. En la zona oriental se están produciendo explosiones sociales por el ciclón Mathew. En 2012 también hubo después de un huracán. Desde 1994 no eran protestas tan fuertes. En la medida en que las carencias vayan acentuándose, los miembros de las fuerzas armadas van a tener que decidir si ultiman al pueblo o se rebelan contra el régimen. Y ahí empezará la guerra.
¿La disidencia está organizada para ese momento?
No. La oposición tiene que tener la capacidad de tratar de persuadir a la mayoría de los cubanos para que protesten, para que se unan y que no huyan del país. Si los métodos son no violentos, no hay problema. Dentro de poco se modificará la ley de Ajuste, que impedirá que los cubanos puedan quedarse en EE UU nada más poner un pie. No va a haber escape, van a tener que quedarse y luchar. Dios quiera que sea de manera no violenta, pero eso depende del gobierno cubano.
