La abogada Emma Ramón presentó ayer a la gerencia de Divalterra la «renuncia irrevocable de todos los asuntos judiciales que me han sido encomendados», según comunicó la letrada en un comunicado remitido a Levante-EMV. La penalista se había encargado en el último año y medio de asesorar a la antigua Imelsa y Divalterra en el «Caso Taula» y otras dos causas judiciales relacionadas con la etapa de Marcos Benavent y Alfonso Rus en Imelsa y la Diputación de Valencia.

La participación de la abogada en esta causa se ha cuestionado durante los últimos días por su relación letrada con el exdiputado provincial José Manuel Orengo, a quien la penalista asegura no haber defendido nunca. Ramón abandona la defensa de Divalterra a un mes de que se extinguiera su contrato con la empresa y después de que una auditoria externa concluyera la regularidad de los contratos suscritos con ella, como aseguró hace dos días la propia diputación en un comunicado.

Sin embargo, la abogada asegura que «ante el cuestionamiento que se ha hecho de mi ejercicio profesional y el efecto negativo que para la sociedad poderdante se ha producido por ello, no se dan las circunstancias para seguir representando a Divalterra». Por ello, concluye su comunicado, «pese a la confianza que se ha depositado en mí y al resultado favorable de la auditoría que confirma una actuación profesional diligente, es conveniente que asuma la defensa de los intereses de la empresa otra dirección letrada para culminar los procesos judiciales incoados».

La auditoría que ha determinado que los contratos firmados con la letrada eran regulares, exime a su vez al jefe de los servicios jurídicos de la diputación, José Luis Vera, quien fue apartado precisamente la semana pasada del cargo por este asunto. Sin embargo, a pesar de que legalmente no existen reparos a su intervención, el presidente de la corporación provincial, Jorge Rodríguez, no tiene decidido aún su futuro dentro de la empresa.

De momento, según informaron fuentes consultadas, se tardará unos días en decidir quién le sustituirá al frente del departamento, aunque probablemente sea «alguien de la casa», detallaron las mismas fuentes. «Cuando vuelva de la baja „se prevé larga„ tomaremos una decisión», añadieron, al tiempo que recordaron que se trata de un cargo de confianza dependiente directamente de presidencia.

Con todo, las mismas fuentes deslizaron que «con todo lo que pasó» en el consejo de administración de la semana pasada, cuando se hizo pública la auditoría interna, «no está claro lo que vamos a hacer todavía ni su futuro en la empresa».