La Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) seguirá con una presidencia de la Plana Baixa. El actual presidente Ramon Ferrer (Vila-real, 1946) y el vicepresidente Josep Palomero (Borriana, 1953) optarán a presidir el ente normativo del valenciano en el pleno convocado para el 23 de diciembre, según ha podido saber este periódico. La primera presidenta, Ascensió Figueras, es de Nules, así que la Plana Baixa se convierte en la comarca de referencia filológica de la lengua autóctona.

Ferrer accedió a la presidencia hace cinco años, el 2 de diciembre de 2011, tras la dimisión de Figueras para ser candidata al Congreso de Diputados por la lista del PP de Castelló. Tanto él como Palomero son académicos desde la constitución de la AVL en 2001, cuando su composición se eligió en las Corts a propuesta de los grupos parlamentarios. Ferrer entró por el cupo del PP y Palomero por el del PSPV.

Sin embargo, después de quince años de funcionamiento y una renovación de la Acadèmia fuera del control de los partidos, la próxima elección también está al margen de las superadas diferencias lingüísticas. Tanto es así que Ferrer cuenta, posiblemente, con el voto de Joan Francesc Mira, mientras Palomero con el Àngel Calpe y Artur Ahuir, a priori.

Ramon Ferrer, doctor en Historia Medieval por la Universitat de Valencia, padeció la marginación que el Consell del PP decretó sobre la AVL, pero con el cambio en el Palau de la Generalitat y el nuevo protagonismo adquirido por la Acadèmia, mantiene una relación cordial tanto con el presidente del Consell, Ximo Puig, como el conseller Vicent Marzà.

Josep Palomero, catedrático de Llengua i Literatura del instituto Jaume I de Borriana, forma parte desde años del círculo de amistad de Ximo Puig. Aunque ahora ha decidido dar el paso animado por una parte de los académicos que pretenden dotar a la AVL de una mayor autoridad lingüística, una vez superado el bloqueo institucional.

El proceso electoral de la AVL se inició el lunes y hasta el día 20 se pueden presentar las candidaturas a los cargos renovables de la Junta de Gobierno: presidente, vicepresidente, secretaría y las dos vocalías.

Los 20 académicos, tras el fallecimiento este verano de Josep Lluís Doménech, pueden optar a cualquiera de esos cargos, una vez dispongan del aval de siete miembros de la entidad, como recoge el reglamento, pero cada académico solo puede presentarse a uno de los cinco cargos elegibles.

La actual Junta de Gobierno es la encargada de validar y proclamar las candidaturas presentadas el 21 de desembre, para pasar a votación dos días después en un pleno extraordinario, empezando por la presidencia y a continuación el resto de cargos.