El histórico puente del Mascarat se retirará a trozos y se sustituirá por otro idéntico: la obra supera los 8 millones

Retirar el viaducto centenario e instalar el otro es una obra compleja y de vértigo, dado que se realiza en un afilado desfiladero con una caída de más de 40 metros

El presidente del Consell asegura que antes de que acabe el año las obras estarán acabadas y los viajeros se evitarán los transbordos y el trayecto en autobús entre Altea y Calp

La consellera de Infraestructuras, el presidente de la Diputación y Mazón, en el puente del Mascarat

La consellera de Infraestructuras, el presidente de la Diputación y Mazón, en el puente del Mascarat / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Este viaducto es historia. Supera el afilado desfiladero del Mascarat, la frontera que separa la Marina Baixa de la Marina Alta. Soporta el traqueteo de los trenes desde que el 11 de junio de 1915 se inauguró el "trenet de la Marina", que ahora es la Línea 9 del TRAM de Benidorm a Dénia. Es una joya del patrimonio ferroviario. Lo diseñaron el ingeniero de Caminos José Eugenio Ribera y el ingeniero de Minas José Carbonell Morand, hijo de la dianense Cándida Morand Bordehore y de Antonio Carbonell Llácer, natural de Alcoi y fundador en 1866 de la gran empresa de aceite Carbonell.

El puente es un prodigio. Pero los nuevos trenes duales (eléctricos y a gasoil) de la renovada Línea 9 pesan un quintal. Hay que cambiarlo. Y la operación es extremadamente compleja. El viaducto está encajado en el desfiladero. Se llega a través de túneles. Vértigo y desafío técnico. Aquí no se puede meter una grúa y retirar la estructura.

El presidente del Consell, Carlos Mazón, ha visitado hoy esta obra del Mascarat, límite entre Calp y Altea. Ha cargado contra el Botànic. Ha criticado que los puentes no aguanten el peso de los nuevos trenes y que los viajeros estén abocados a hacer transbordos, a bajarse del tren y subirse al autobús. El Botànic se encontró en el verano de 2016 un tren que estaba para el arrastre. Lo tuvo que cerrar dado que no era seguro. Inició la renovación de la línea.

Los técnicos le han explicado la complejísima operación que se realizará para retirar el viejo puente y sustituirlo por uno nuevo que será idéntico al histórico. Mantendrá esa estructura de mecano de acero. Es una postal de la historia ferroviaria. Las obras suben nada menos que a 8,2 millones. Ya han comenzado y se terminarán en 5 meses. Mazón ha asegurado que antes de que acabe el año el tren entre Benidorm y Dénia circulará sin transbordos. Ahora los viajeros hacen el tramo entre Altea y Calp en autobús.

En la estación de Calp, situada en la falda de la Serra d'Oltà, la maniobra de los autobuses se las trae. Los conductores hacen marcha atrás y adelante varias veces para poder dar la vuelta. Un engorro.

El puente desde la N-332 del Mascarat, observado desde el viaducto del tren

El puente desde la N-332 del Mascarat, observado desde el viaducto del tren / A. P. F.

El técnico responsable de la obra del Mascarat ha explicado que el tablero del puente, de 44 metros, se retirará elevándolo. Se montará un pórtico y una estructura para alzar el puente. También se desplazará el extremo que mira al sur, ya que ahí, en el túnel, hay un saliente de roca que impide elevar el puente sin más. Luego se irá moviendo el viaducto hacia la parte de la vía que está al norte. Pero tampoco hay mucho espacio, ya que pocos metros más allá hay otro túnel. Eso obligará a ir troceando la estructura. El histórico puente se sacará a pedazos.

Luego se repetirá la operación para colocar el nuevo viaducto. Los tramos se irán montando en ese angosto espacio que queda entre el túnel del extremo norte y el desfiladero. Aquí hay una caída de más de 40 metros. Es una obra compleja y de vértigo.

Prodigio de la ingeniería ferroviaria

Si ahora la obra es de una dificultad extrema, la construcción hace más de cien años del viaducto debió ser extraordionaria. Esta línea, que supera una orografía escarpada y de hondos barrancos y afilados desfiladeros, fue un prodigio de ingeniería ferroviaria.

También ahora se están realizando las obras de emergencia de tres millones de euros de los daños que provocó en la línea y la ladera el incendio del Mascarat, en Altea. Y también se sustituirá el puente del Algar, proyecto que sube a 7 millones de euros.

El viejo puente ha cumplido de sobra. Desde 1915 aguanta el ir y venir de los trenes.