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La CIA seleccionó el aeropuerto de Valencia como base de guerra contra la URSS

Un informe secreto de 1951, desclasificado por Obama antes de dejar la presidencia, destapa el interés por su «ubicación estratégica» - Mapas de la OTAN revelan cómo se preveía la invasión soviética

La CIA seleccionó el aeropuerto de Valencia como base de guerra contra la URSS

La CIA seleccionó el aeropuerto de Valencia en plena Guerra Fría como base desde la que combatir a la Unión Soviética en caso de que estallara la guerra a ambos lados del Telón de Acero. Así lo revela un documento secreto del año 1951 desclasificado la semana pasada por el presidente Barack Obama justo antes de ceder la presidencia estadounidense a Donald Trump. El informe, titulado «Potencialidades de España en la defensa del Oeste», señala los aeropuertos de Madrid y Valencia como bastiones clave «para la defensa de Europa occidental y el Mediterráneo».

«Valencia es capaz de apoyar bombarderos pesados sostenidos, bombarderos medios y operaciones de cazas a reacción. Otros cuatro aeropuertos pueden apoyar operaciones limitadas de bombarderos medios. Cuatro bases de hidroaviones, actualmente en operación, tres de ellas fuera de España, están estratégicamente ubicadas para operaciones antisubmarinas», indica el informe secreto de la agencia de espionaje estadounidense, fechado el 30 de julio de 1951 bajo la vitola «secreto» y ahora desclasificado.

El documento pone énfasis en la «ubicación estratégica» de España. «Especialmente como base de operaciones para fuerzas aéreas y navales», detalla. «La península flanquea los acercamientos atlánticos a Europa occidental, y vincula las rutas aéreas normales que conectan Europa occidental con América del Sur y África. Su terreno accidentado ofrece fuertes capacidades defensivas», sostiene.

No es el único documento que acaba de ver la luz que sitúa a Valencia como enclave estratégico de cara al estallido de una guerra entre los dos colosos del extinto mundo bipolar. Después, un informe de la CIA del 26 de octubre de 1956 refleja cómo un senador de Estado Unidos, Richard B. Russell, estuvo diez días por España «inspeccionando instalaciones militares». Su ruta pasó por Valencia, y también por Bilbao, Madrid, Málaga, Sevilla y Vigo.

75.000 soviéticos a Valencia

Otros documentos secretos de la OTAN desclasificados el mes pasado contienen mapas que reflejan la importancia de los aeropuertos españoles para que los bombarderos norteamericanos hicieran escala en su lucha con la URSS. Hay tres mapas reveladores. Uno refleja la idea que tenía la Alianza Atlántica, a principios de los años cincuenta, de cómo la URSS atacaría la península ibérica. Las flechas indican que tomar Valencia sería un objetivo prioritario.

La OTAN calculaba que, ante una hipotética invasión terrestre de los soviéticos, habría de 25 a 30 divisiones soviéticas que avanzarían desde los Pirineos hasta el conjunto de la península. Bajo el título «Posible campaña soviética en España y Portugal», ese mapa secreto de la OTAN muestra tres ejes principales de avance de los soviéticos. Uno de ellos bajaría por la costa mediterránea con Valencia como primer objetivo de control (antes incluso que Barcelona).

La guerra no estalló. Pero, de haber estallado, la alianza militar de Occidente preveía que unas diez divisiones terrestres de la URSS bajarían por la costa y en su camino tomarían Valencia. Si el siguiente objetivo militar de los soviéticos era Cartagena (más pequeña y menos protegida que Valencia), fuentes militares consultadas por este periódico estiman que, de esas diez divisiones, «al menos cinco serían para tomar Valencia». Una división roja de aquellos años tenía entre 12.000 y 15.000 militares. Por tanto, calculaban que entre 60.000 y 75.000 soviéticos llegarían a Valencia en la conquista roja de España y Portugal.

Hay otro mapa secreto de la OTAN, desclasificado el 24 de diciembre, en el que se ve el alcance potencial de los misiles soviéticos desde los Montes Urales. Su radio alcanzaría de pleno la costa valenciana, que quedaba a 5.000 kilómetros de distancia de esos temidos disparos que jamás se produjeron.

Un pueblo «anticomunista»

En esos años, la España del aislamiento internacional (todavía marcada por su alineamiento ideológico con los países del Eje fascista) no pertenecía al bloque occidental. Permanecía en tierra de nadie.

Sin embargo, en el documento de la CIA fechado en 1951, la voluntad americana de aprovecharse de la situación geoestratégica de España es evidente. Dice el informe: «En algunos aspectos, el Gobierno de Franco podría ser un activo en la utilización de las potencialidades españolas en el esfuerzo de la defensa de Occidente. El Gobierno y el pueblo son profundamente anticomunistas. Ningún otro gobierno de Europa occidental tiene la misma probabilidad de dar todo peso a las consideraciones militares en la lucha anticomunista o de verse menos obstaculizado por las controversias ideológicas». Al final, la guerra no estalló. Las controversias ideológicas continuaron en aquella España bajo yugo franquista.

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