La crisis abierta en las Corts para la renovación del Consell Jurídic va para largo. Tanto que ayer el sentir general entre los partidos políticos era que el conflicto podría estancarse sine die, incluso durante todo lo que resta de legislatura. De ser así, el Consell de Ximo Puig tendrá que adaptarse a un organismo, clave para su gestión, en el que conviven los consejeros renovados por la Generalitat (Margarita Soler, Asunción Ventura y Faustino de Urquía) y dos miembros cuyo mandato ya ha expirado que fueron elegidos por las antiguas Corts: Enrique Fliquete y José Díez.
Este último, además, nombrado a instancias del PP, conservará la presidencia en funciones en tanto en cuento la renovación no sea completa. El Jurídic seguirá además con una plaza vacante (la que dejó Soler al integrarse en la terna que nombra el Consell) y con la continuidad del expresidente Camps como vocal nato.
En principio, el bloqueo no afecta al día a día de una institución que tiene entre sus competencias velar porque las leyes del Ejecutivo se ajusten a derecho. Funciona así desde hace meses y en teoría, con el relevo de Vicente Garrido de la presidencia y la salida de otros dos consejeros, el bipartito se garantizó el control del Jurídic: tres miembros frente a los dos auspiciados por el PP. El síndic socialista, Manolo Mata, indicó que la institución funcionaba con normalidad. Como prueba de la independencia del órgano citó los varapalos en algunos dictámenes.
Ahora bien, la situación no es la ideal. Los planes de Puig de hacer presidenta a Margarita Soler (la primera mujer en tener este puesto) saltan por los aires, pero sobre todo se visibiliza el fracaso político de no poder actualizar un órgano estatutario importantísimo para el día a día del Ejecutivo.
El pesimismo tiene base ya que se antoja complicado que los actores políticos implicados den su brazo a torcer. Isabel Bonig (PP) reiteró ayer que su candidato es Fliquete y que el asunto de la paridad no le genera ningún problema ya que no cree en las cuotas. Además, el bloqueo le beneficia pues Fliquete ya tiene silla y Díez sigue de presidente. Ciudadanos (en concreto, el síndic Alexis Marí) está muy comprometido con su aspirante José María Tomás y Tío y, además, ya cedió en su día al aceptar al candidato de Podemos. Sobre el papel, el gesto solo puede venir de los podemistas, pero su síndic Antonio Montiel, además del compromiso personal con Martínez Dalmau, se siente engañado por el PSPV. Solo se replantearán cambiarlo por una mujer si Puig acepta su ley para reformar el Jurídic, que pasa porque las Corts elijan a todos los miembros.
