La rebelión con el proyecto de presupuestos del Gobierno de Mariano Rajoy no será tanta. Por segundo día consecutivo, el PPCV puso en circulación ayer a un representante de la dirección para ensalzar las bondades de las cuentas y venir a decir que no son unos insubordinados.

Eso sí, la líder Isabel Bonig continúa en un discreto segundo plano, mientras la declaración institucional de las Corts por el maltrato inversor firmada el pasado miércoles y el conflicto por el poder en la provincia de València agrietan la formación. La presidenta podrá romper el silencio hoy, cuando está previsto que comparezca en un acto precisamente al lado del máximo representante en València, Vicente Betoret, con el que las relaciones se han puesto tensas.

Quien salió ayer a sacar brillo al proyecto de presupuestos fue la cabeza de lista por València en el Congreso de los Diputados. «Nuestras reivindicaciones siempre han sido constructivas y leales con un proyecto nacional, independientemente del color político en Madrid», dijo Elena Bastidas a modo de matización tras el toque de atención del portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando. Dijo el jueves que Bonig no conocía bien las cuentas oficiales.

Insistió por lo demás en el argumentario que el Gobierno y su delegado en la C. Valenciana reiteran desde la reprobación en bloque de unos presupuestos que dejan a los valencianos en el último lugar de las inversiones por habitante. «Contemplan las grandes infraestructuras que necesita la Comunitat y mejoran notablemente la financiación que recibimos del Estado», afirmó Bastidas. La diputada y sus compañeros valencianos no tendrán que romper la disciplina de grupo. No llega a tanto la protesta. «No se va a pedir algo así», puntualizó ayer el entorno de Bonig.

No obstante, la cúpula del PPCV rechaza que se puede interpretar la modulación de su mensaje como que dé marcha atrás a su apoyo a la declaración institucional. «Los presupuestos no son buenos, pero hay que admitir que tienen virtudes», subrayaba una representante institucional.