No es un proyecto que vaya a acometer de hoy para mañana pero sí está en la hoja de ruta de los responsables de la universidad: el CEU quiere disponer de un hospital propio. Por ahora, y según reconoció ayer la rectora de la Universidad CEU Cardenal Herrar, Rosa Visiedo, la clínica propia entra solo dentro de la «categoría de los sueños», pero sí están trabajando ya en ello y además «de forma muy seria».

«No en el corto plazo, evidentemente, pero sí estamos trabajando en ello de forma ya seria, disponer de un hospital propio, un hospital participado por otro socio que asuma la parte asistencial y médica», explicó Visiedo. El proyecto del CEU en València vendría a replicar el modelo que ya llevan adelante universidades como la privada de Navarra que cuenta con una clínica universitaria propia en la que los sus estudiantes se forman directamente y que es además puntera en varios aspectos de investigación médica.

Ese modelo de Navarra es el que el CEU imitaría y que, además de posicionar a la universidad en el panorama de la asistencia médica privada ofrecería una salida natural para todos sus estudiantes de Ciencias de la Salud que, desde el año pasado, están «vetados» en los hospitales públicos para hacer sus prácticas después de la decisión tomada por el Consell de dejar los hospitales y centros de salud públicos para las prácticas de los estudiantes de Ciencias de la Salud de las universidades públicas.

Este curso ha sido el primero en el que los recién matriculados en las universidades privadas de la Comunitat Valenciana no podían mandar a sus estudiantes a hacer prácticas en el circuito público de centros. Con todo, la medida empezará a hacerse efectiva, realmente, a partir de este curso 2017-2018 que empezará en septiembre ya que las primeras prácticas no empiezan hasta el segundo curso (en Enfermería) y hasta el tercero (en Medicina).

Mientras, a los estudiantes que ya estaban realizando sus estudios, la Generalitat les ha permitido continuar en los hospitales públicos hasta que se gradúen. En estos meses, tanto el CEU como el resto de centros privados han aprovechado para actualizar y reforzar sus convenios de colaboración con los centros sanitarios privados de la Comunitat Valenciana para asegurar que, a partir de septiembre, nadie se quede sin hacer prácticas.

«Ya teníamos convenios previamente pero ahora se han mejorado» con empresas como Ribera Salud -los estudiantes pueden ir a los hospitales públicos de gestión privada-, con Nisa y «hace unos días firmamos con el hospital IMED de Burjassot», explicó ayer Visiedo.

Pese a que este último centro ha venido a esponjar algo la reducida oferta de centros hospitalarios, la rectora cree que las plazas conseguidas son «suficientes, aunque todo podría mejorarse. Lo ideal sería aumentar el margen de maniobra», aseguró. Con todo, la rectora aseguró que el cambio de destino en las prácticas no le ha pasado factura a la universidad en forma de caída de matriculaciones para el curso próximo.

Nueva sala de simulaciones

Como añadido a esta red de convenios, el CEU ofrece en las nuevas instalaciones de su Facultad de Ciencias de la Salud varias salas de simulación avanzadas para que los futuros especialistas puedan «practicar sus habilidades intramuros».

En estas salas, dotadas con maniquíes a los que se les programa para presentar problemas médicos, los estudiantes «pueden llegar a atender hasta 400 infartos cuando en un rotatorio en un hospital pueden llegar a ver 4, es una ventaja», según explicaron ayer fuentes de la universidad.

Estas salas -junto a un quirófano y una UCI simuladas- se encuentran en la planta baja del nuevo edificio de la Facultad de Ciencias de la Salud que ayer Visiedo, junto al gran canciller de la universidad, Carlos Romero, inauguraron oficialmente.

El nuevo edificio de Alfara del Patriarca, con 19.000 m2 distribuidos en tres plantas acoge ya a los todos los estudiantes de salud (Medicina, Farmacia, Enfermería y Fisioterapia) que hasta Pascua estaban todavía en el edificio del Seminario de Moncada.

Gracias a una inversión de 22 millones de euros el edificio, cuenta también con 30 laboratorios de investigación y docencia y 16 aulas magistrales de 90 plazas, entre otros espacios.