Educación

La mecha de València que encendió las acampadas por Palestina en toda España

La protesta del estudiantado de la UV ha sido el origen de un movimiento que se ha extendido por los campus de todo el estado y ha obligado a la Conferencia de Rectores Españoles a romper con los campus de Israel

Protesta por Palestina en la Universitat de València.

Protesta por Palestina en la Universitat de València. / Loyola Pérez de Villegas Muñiz

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

Todo empezó con un whatsapp un viernes a las 8 de la mañana: "tenemos que hacer algo". Unos días después, con más corazón que planes, unos 40 estudiantes entraron a los jardines de la facultad de Filosofía de la UV sin permiso. El objetivo era Acampar por Palestina, pero por la lluvia, las prisas y la falta de material acabaron ocupando el vestíbulo de la facultad y durmieron en suelo. Aunque en realidad, durmieron poco. A las 5:50 de la mañana las mujeres de la limpieza les despertaron al llegar a trabajar. Ayudaron a limpiar a las empleadas, y, entonces sí, empezaron a organizarse.

Han pasado 12 días desde entonces y siguen allí, ya asentados, con tiendas de campaña y muy bien organizados. Funcionan en asamblea, todo se decide por consenso de los miembros y se dividen cada día en comités por los que van rotando: comunicación, discurso, acciones, materiales, alimentación, limpieza, cuidado y actividades. Hasta diseñan la lista de comidas para que todo el mundo esté lo más conforme posible.

Acampada por Palestina en la UV.

Acampada por Palestina en la UV. / Germán Caballero

"Los primeros días aprendimos a acampar", explica Nacho Oliver. Conforme se organizaban llegaban más y más personas para quedarse, dar apoyo, traer comida o ayudar en lo que hicieran falta. Para entonces estos jóvenes valencianos ya habían salido en todos los medios nacionales y en varios internacionales, al ser la primera Acampada por Palestina en España, siguiendo la estela del alumnado de la universidad de Columbia en EE UU.

A los tres días empezaron a recibir llamadas de estudiantes de Alicante, Barcelona, Madrid y otras ciudades, que querían hacer lo propio en sus universidades. "Les explicamos todo lo que habíamos aprendido y cómo lo habíamos hecho nosotros, para que ellos pudieran aplicarlo", explica Oliver.

Objetivos

Nacho fue de los primeros en llegar, también movido por las tripas más que por la cabeza. "Estaba el lunes en mi casa a las 7 de la tarde y de repente me llegó el mensaje de que iban a acampar en la facultad y no me lo pensé dos veces", cuenta.

"Contactamos con sindicatos y asociaciones que sabíamos que nos iban a apoyar, y en cuanto nos pusimos de acuerdo vinimos. Esto se organizó super rápido, y pensamos que con tantos colectivos involucrados algo no iba a salir bien, pero al acabar la primera noche y ver que al día siguiente llegaba más gente con las tiendas nos dio un subidón de adrenalina. No se durmió pero fue muy esperanzador", cuenta Esther Monge, estudiante de ciencias políticas y miembro del movimiento BDS.

Acampada por Palestina en la UV.

Acampada por Palestina en la UV. / Germán Caballero

Los valencianos se miran en el espejo de la universidad de Columbia en EE UU, así que uno de los objetivos desde el primer día era que las protestas se extendieran por toda España, y lo han conseguido. Casi dos semanas después, y con los campus de media España ondeando banderas palestinas, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (que agrupa 50 públicas y 26 privadas) se posicionó públicamente con un comunicado. Rompía relaciones con los campus de Israel y hacía suyo el sentir de los estudiantes.

Roces con la facultad

Sin embargo, el camino no ha sido fácil y la relación con la facultad ha tenido altibajos. La facultad de Filosofía puso recientemente váteres portátiles para que los acampados pudieran hacer sus necesidades, pero el estudiantado critica que "es hipócrita que la CRUE explique que 'hacemos nuestro el sentir de nuestros campus y la reivindicación que desde ellos se está extendiendo' cuando, desde la Universitat de València, la apariencia de un decanato amable esconde una actitud hostil hacia el estudiantado organizado", reivindican los estudiantes. La retirada de pancartas y de banderas, las amenazas con llamar a la policía o identificaciones de alumnos son algunos de los problemas que han enfrentado.

Acampada por Palestina en la UV.

Acampada por Palestina en la UV. / Germán Caballero

Una lucha larga

Esther Monge recalca que el movimiento propalestina ya lleva tiempo enraizado en la Comunitat Valenciana. Hoy somos un centenar en la acampada, pero en enero fuimosmás de 10.000 manifestándonos por Palestina en València, el movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) existe desde 2012 y la UV lleva muchos años desde que se declaró "espacio libre de apartheid", explica Monge.

Una de las reivindicaciones estudiantiles era precisamente la ruptura de relaciones de las universidades españolas con las de Israel. A pesar del comunicado no se fían y piden "hechos" a la Universitat de València, por lo que seguirán acampados de manera indefinida.

Acampada por Palestina en la UV.

Acampada por Palestina en la UV. / Germán Caballero

El estudiantado, sin embargo, sigue denunciando la venta de armas del Gobierno español a Israel, otra de las reivindicaciones de la acampada. "Es hipócrita que el Gobierno progresista pida un alto el fuego mientras sigue vendiendo bombas a Israel con las que se asesinan inocentes", reivindican los jóvenes.

La Acampada por Palestina se ha convertido en un ecosistema. Un grupo de jóvenes friega los cacharros, otros preparan las charlas y actividades que van a hacer a lo largo de la semana, un par atiende a los periodistas, algunos mantienen limpia la zona, y todo ello de manera asamblearia. "Muchos de nosotros estamos ideológicamente en las antípodas, pero a todos nos une la causa palestina", explica Oliver.