El presidente de la Diputación de València, Jorge Rodríguez, confía en hacer de puente entre la dirección actual y los ganadores de las primarias. No obstante, destacados representantes del sanchismo calificaban ayer de «provocación» la apuesta de Puig por un político que en las decisiones importantes siempre ha estado a su lado, aunque ha volado solo en la corporación.
Rodríguez explicó ayer que su «vocación» es la de «evitar el choque de trenes». Así, el presidente de la diputación se mostró conciliador y abogó por dejar de lado las etiquetas de «sanchistas», «patxistas» o «susanistas». «Ahora todos somos de Pedro Sánchez», zanjó el dirigente socialista y también alcalde de Ontinyent.
El presidente, quien apoyó a Susana Díaz en las pasadas primarias, dejó también espacio para la autocrítica. «Es el momento de introducir cambios también de formas. Tenemos que escuchar más a la militancia», apuntó, aunque reforzó la posición de Puig. «Los cambios tienen que venir de dentro», añadió.