Antonio Estañ (Callosa de Segura, 1987), se presentó como el candidato a secretario general de Podemos en la C.omunitat Valenciana como la «tercera vía»: ni errejonista ni pablista. Tras más de 60 días en el cargo, repasa sus retos: auditoría ciudadana y unos presupuestos «más sociales».
P ¿Qué ha hecho durante estos dos meses?
R Primero, diseñar los objetivos políticos. Tenemos que pasar de una fase estatal a otra más centrada en el territorio. Estamos trabajando en la cuestión municipal. Lo segundo ha sido fijar la posición con el Botànic. Estudiar cómo tener una capacidad de intervención mayor en las políticas de la Generaliat. Luego, todas las cuestiones orgánicas: la constitución del Consejo Ciudadano Valenciano (CCV), poner en marcha el documento organizativo, que es bastante ambicioso, y contactar con diversas organizaciones así como con el Consell.
P La semana pasada se reunió con Ximo Puig y Mónica Oltra. ¿Qué impresiones se llevó?
R El objetivo de la reunión, aparte de tener una toma de contacto, era el de plantear la necesidad de establecer cauces que incorporen a la sociedad valenciana a la política que lleva el Consell, siempre insistiendo en que el Botànic es un acuerdo a cuatro bandas y que no seremos capaces de avanzar si no se incorpora a la sociedad. Y de ahí nuestra auditoría ciudadana. Y la segunda cuestión era los presupuestos. Queremos estar más presentes, y si tiene que pasar por que no se aprueben... Queremos que sean unos presupuestos verdaderamante sociales y respondan a prioridades que ya estan recogiendo en el Botànic pero que aun no han empezado a afrontarse.
P ¿Contemplan no apoyarlos?
R Nuestra predisposición es positiva, siempre y cuando reconozcan las prioridades, que son las que tiene la sociedad valenciana: empleo, barracones, precariedad laboral, violencia machista... Hay cuestiones que hay que abordar sí o sí. Si no están reflejadas, nos lo tendremos que plantear, claro.
P ¿Salió satisfecho, entonces?
R Moderadamente satisfecho, pero habrá que ver a principios de septiembre cómo se materializan esos comentarios.
P Parece que su política va supeditada a la iniciativa de la auditoría ciudadana. ¿Qué espera que revele?
R Insistimos ahí porque el Botànic no eran solo prioridades de tipo material, sino también de regeneración democrática. Necesitamos poner vacunas a la corrupción. Así establecemos los mecanismos para que el Consell no se independice de la sociedad y tendremos una prueba fehaciente de que las cosas se están haciendo mal o se puede hacer mejor. La idea, a parte de ver los resultados, es cómo creamos otras formas de institucionalidad. La excusa de la falta de dinero aquí no nos vale. Podemos ser vanguardia en consulta política.
P ¿Teme que el Consell se escude en la infrafinanciación para no responder a las demandas de la auditoría?
R El problema de la financiación es cierto, pero en la medida que tenemos que diseñar prioridades sobre un presupuesto, se le puede exigir al Consell cuestiones como los altos cargos, las diputaciones... Hay márgenes en los que te puedes mover. Si no, sería aceptar que nos intervengan y que no podamos hacer política.
P El PSPV acaba de celebrar su congreso del que dicen que han salido revitalizados. ¿Les preocupa?
R Algo que destacaría como positivo es que el PSOE tanto a nivel estatal como aquí se ha ido acercando a Podemos. No diría que se haya podemizado, pero cuestiones que eran claves, como la territorial o social, se han asumido. Nuestros objetivos ahora tienen que ser llegar a 2019 con una propuesta consolidada en lo local y con un proyecto propio y fuerte en lo autonómico. No nos preocupan lo que hagan otros partidos, saludamos esos cambios.
P ¿Se ven partido ganador o han asumido el rol fiscalizador?
R Nuestra vocación es gobernar para desarrollar nuestro programa, igual cualquier partido.
P ¿Se ve de vicepresidente?
R No, y ya veremos quién se presenta. Ser secretario general no implica ser candidato. Aún queda.
P Podemos ha entrado en el Gobierno de Castilla-La Mancha y lo estudia en Baleares. ¿Es una tendencia?
R Cada territorio tiene sus necesidades y su contexto político. Esperamos que cada uno haga lo que entienda que es mejor. Aquí decidimos que nuestro papel estaba fuera, fiscalizando.
P ¿Fiscalizando asuntos como los centros de menores? ¿Qué le pareció la gestión de la crisis por parte del Consell?
R Creo que debería haberse atendido antes. Era un tema que estaba sobre la mesa, si bien no tenía aun el foco mediático. Sin embargo, una vez se ha sabido, se ha actuado. Igual con más lentitud...pero al final se ha acabado actuando. Aunque aun queda mucho por hacer.
P ¿Y la tele? ¿Ve viable la Àpunt antes de 2019?
R Es un compromiso fundamental en términos políticos y también sociales. No solo por la cuestión del paro en el sector, sino por las políticas de vertebración. En mi caso, (viene de la Vega Baja), mi único contacto con el valenciano era Bola del Drac. La no apertura nos perjudica a todos.
P ¿Qué opina del desbarajuste con el decreto de plurilingüismo?
R Considerábamos que el decreto era positivo en términos generales, pero no acababa de dejar clara las políticas de inclusión lingüística. Políticas concretas para las zonas castellanoparlantes. La única política que hay ahora es la exención, que perpetúa el problema. Hay que ir hacia un abandono de la exención, siempre y cuando haya políticas de transición.
