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Sexismo en la música

El machismo musical más allá de Maluma

El reguetón está este verano en el punto de mira, pero no es el único «culpable»

El machismo musical más allá de Maluma

La gran popularidad del reguetón entre los jóvenes ha puesto en el punto de mira las letras de sus canciones y el machismo que algunas transmiten, pero esta tendencia no es exclusiva de este género. Más allá de «Despacito» o del polémico Maluma, el pop y el rock tampoco se libran del sexismo.

El machismo o el control de los hombres sobre las mujeres está extendido en la música, en una sociedad que, en el caso de la española, por ejemplo, el 33 % de jóvenes de entre 15 y 29 años considera inevitable o aceptable en algunas circunstancias «controlar» a su pareja, según datos del informe Percepción de la violencia de género en la adolescencia y la juventud, de 2015.

En la actualidad, el foco recae con especial atención en el reguetón que los jóvenes escuchan en bucle con letras como «Bonita», del colombiano J Balvin: «Y esto no para hasta que estés sin conciencia / hay que perder la paciencia y que sueltes las piernas». También muy popular es el rap, otra variedad musical que, al igual que los ritmos latinos, recoge machismos. En España, el rapero Costa rima en la canción «Labios tatuados»: «La pego y la araño, en el club o el baño / no voy a dejar de darte hasta que te haga daño».

Más cercana al pop fue «Blurred Lines», una de las canciones del verano de 2013, interpretada por Robin Thicke y Pharrell, que causó una gran polémica por su letra «Yo sé que lo quieres», en inglés «I know you want it». La frase fue criticada como una apología a la violación al insinuar que la percepción del hombre prima sobre el consentimiento de la mujer. El videoclip del tema también se llevó reproches.

La música española no se salva tampoco, con ejemplos de míticos temas como «Corazón de tiza» (1990), de Radio Futura, y sus versos: «Y si te vuelvo a ver pintar / un corazón de tiza en la pared / te voy a dar una paliza por haber / escrito mi nombre dentro». La Unión decía en «Fueron los celos» en 1990: «Solo pretendía guardar / algo de mi posesión / Fueron los celos / y no yo». Loquillo cantaba en 1987, en el tema más polémico de la música española, titulado «La mataré»: «Que no la encuentre jamás / o sé que la mataré. / Por favor sólo quiero matarla. / A punta de navaja / Besándola una vez más».

Aunque no todo lo que reluce en la música es sexismo, esta también puede usarse como un alegato feminista. Es el caso del gran éxito «Ain't your mama», canción escrita por Meghan Trainor e interpretada por Jennifer Lopez, que denuncia los estereotipos de género. La artista entona: «No voy a cocinarte todo el día, no soy tu madre, no lavaré tu ropa, no soy tu madre...¿Cuándo te harás cargo de tus cosas?».

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