Podemos busca la cuadratura del círculo. Condicionar el Botànic pero sin participar en él. Al contrario que los podemitas de Castilla-La Mancha, que acaban de entrar en el ejecutivo autonómico de Emiliano García-Page, los valencianos ni se lo plantean.
Sin embargo, la nueva dirección está obligada a dejar ya mismo su impronta en las políticas del Consell porque buena parte de la campaña electoral del ahora secretario general, Antonio Estañ (que va a cumplir cien días en el cargo) se sustentó en reprochar a su antecesor, Antonio Montiel, cierta tibieza con los socios del Botànic. Y más cuando empiezan a surgir voces en el seno de la formación que señalan que muchas de las promesas de la campaña electoral de Estañ siguen sin concretarse.
Una de las ideas que baraja la nueva dirección de Podemos es la de someter a criterio de sus bases el destino de una parte de los presupuestos de la Generalitat para 2018. La marca morada quiere que sus inscritos (unas 40.000 personas que forman parte de su censo de simpatizantes) puedan decidir en qué se invierte parte del dinero de los valencianos.
De momento se trata de una propuesta que el consejo de coordinación de Podemos tiene sobre la mesa, y que probablemente abordará a finales de este mes o principios de septiembre. El partido quiere que sus inscritos señalen las necesidades a las que el presupuesto público debería hacer frente en el próximo ejercicio.
Los presupuestos de la Generalitat alcanzan este año los 19.000 millones de euros. El destino de la mayor parte de ese dinero está tasado. Sanidad y Educación se llevan la mayor parte y el pago de la deuda constriñe de tal forma las alegrías que deja muy poco espacio a la inversión, una partida raquítica desde hace años por las estrecheces económicas. Sin embargo, esa sería la parte donde encajaría que las bases de Podemos pudieran tener voz y decidir sobre alguna partida presupuestaria.
Fuentes de la ejecutiva de Estañ apuntan la necesidad de avanzar hacia una mayor participación de la ciudadanía en las cuentas y creen que este es un buen inicio. Con todo, explican que los plazos no ayudan a que sus inscritos pueden tomar decisiones sobre los presupuestos ya que las cuentas están ya en marcha.
Otra de las aspiraciones de la nueva dirección de Podemos es la convocatoria de la auditoría ciudadana a las políticas del Consell. Aunque la ejecutiva de Estañ no ha explicado como se articularía sí tiene decidido que en ese examen participen no solo los inscritos de Podemos, sino la ciudadanía que lo desee.
Durante su encuentro del pasado mes de julio con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig,y la vicepresidenta, Mónica Oltra, previo a la convocatoria de la comisión de seguimiento del Pacte del Botànic, aún sin fecha, Estañ ya aseguró que la prioridad de su partido eran los presupuestos, que el Consell ya ha empezado a elaborar.
Podemos, dijo, estará pendiente de que se materialicen las políticas sociales en las cuentas, con especial atención a la eliminación de barracones, cambio del modelo productivo y lucha contra la precariedad laboral. Cuestiones que, si no se presupuestan ya, difícilmente serán puestas en marcha, según dijo. En materia de gasto, Podemos tiene clara también la exigencia de planes para luchar contra la pobreza y ponen como ejemplo las viviendas sociales.
También consideran insuficiente los recursos y el calendario de implantación de la renta mínima garantizada. Otra linea roja son los fondos para el empleo y la reforma del Servef. El pasado mes de junio, el síndic de Podemos, Antonio Montiel, ya tuvo un encuentro con el conseller Soler. Una de las propuestas fue la tasa turística y la dotación contra la pobreza.
