El microbiólogo Francisco Mojica, aspirante a los Nobel de Medicina y Química como padre de la técnica de edición genética CRISPR/Cas 9, aseguró ayer, en la rueda de prensa en la Universidad Politécnica de Valencia antes de ser investido doctor honoris causa, que esta herramienta permitirá avances en múltiples áreas: desde curar enfermedades hasta recuperar el sabor del tomate.

Este proceso de edición genética de Mojica podría permitir generar microorganismos que redujesen la resistencia a antibióticos, conocer cómo evolucionan los virus y, en aplicaciones animales o vegetales, «prácticamente modificar el libro de texto de cualquier ser vivo».

Las aplicaciones son tan dispares que incluso se podría utilizar bacterias como discos duros, ya que son capaces de almacenar, por ejemplo, píxeles de una fotografía o una película, codificados en su ADN.

«Podremos editar la información genética de cualquier ser vivo, eliminar problemas o añadir propiedades. Esto implica que se pueden curar enfermedades porque se puede reescribir el ADN», detalló.