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Las conselleries dejaron sin gastar más de 1.000 millones en el primer año del Botànic

La falta de ejecución afectó a partidas sensibles como vivienda, igualdad de género, cooperación o promoción del valenciano

El Consell del Botànic ha llegado al ecuador de la legislatura con el propósito de hacer llegar a la ciudadanía que están centrados en la gestión y que sus compromisos se está cumpliendo. La cuenta general de la Generalitat de 2016 difundida el martes evidencia, sin embargo, que el primer ejecicio completo del bipartito no fue tan eficiente a la hora de gestionar los recursos disponibles.

Nada menos que 1.023 millones presupuestados para poner en marcha todo tipo de programas se quedaron sin tocar cuando finalizó el año, una situación que el PP lleva denunciando hace meses y que el documento hecho público ahora pone negro sobre blanco.

Son los remanentes de crédito, un dinero que, según los casos, el Consell podría incorporar a las cuentas de 2017, pero que en todo caso no llegaron a su destino cuando tocaba. De hecho, de estos mil millones, apenas 77 quedaron comprometidos. El resto, es decir, 945, directamente se perdieron.

Todas las conselleries dejaron sin consumir partidas, aunque las carencias en la ejecución del gasto afectó más a unos departamentos que otros. Sin contar la sección Gastos Diversos (un cajón de sastre dentro del presupuesto donde se incluye todo tipo de partidas), Vivienda y Educación fueron las que más recursos dejaron sin gastar.

Así, la conselleria que dirige Maria José Salvador dejó intactos partidas para Urbanismo, Ordenación del Territorio, entre otros. En total, 193 millones que no llegaron a su destino, de los que sólo 43 quedaron comprometidos. En Educación, por su parte, hay una veintena de programas cuyos recursos no se gastaron, entre ellos formación del profesorado, promoción y uso del valenciano, consejo escolar, enseñanza primara y secundaria, artes plásticas, etc.

La tercera conselleria con mayor remanente de crédito es la de Igualdad y Políticas Inclusivas que dirige Mónica Oltra: 58 millones. También en este caso las partidas que no se ejecutaron afectan al corazón de las políticas sociales: menor, diversidad funcional, inclusión social, igualdad en la diversidad, depenenica, igualdad de género, etc.

Sanidad aprovechó mejor sus recursos, aunque no hizo uso de 67 millones pensados para atender a la drogodependencia, atención a paciente, salud mental, etc.

El departamento que en términos absolutos gestionó mejor el dinero del que disponía fue Transparencia. Ahora bien, eso no impidió que cinco secciones de gasto quedaran intactas, algunas sangrantes, como, los recursos para la cooperación al desarrollo: tres millones.

Por capítulos, las subvenciones y las inversiones son los más infrautilizados: más de 500 millones sin consumir. En 2015, año de gestión compartida entre el PP y el bipartito, quedaron vírgenes 1.022 millones, prácticamente lo mismo que este año. En 2014, el drama fue mayor: 1.340 millones.

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