Con cerca de 500 habitantes, el municipio de San Rafael del Río afrontaba los días previos al referéndum con normalidad, «y viviremos con normalidad», comentaba el alcalde, Domingo Giner. La pequeña localidad se encuentra en los confines de la provincia de Castelló con la provincia de Tarragona, de los que les separa el río Cenia, al este y sur con el de Traiguera. Sus vecinos han mostrado un total respeto a la situación que se está viviendo en Cataluña y Giner, que rechaza cualquier extremismo, añadió que el deseo de referéndum «es algo que está y va a continuar estando». Además, en El Castell, población de de Ulldecona, ya territorio catalán, Manel Mas comenta que «somos lo mismo» y asegura que tras el 1-O, «yo seguiré comprando en Vinaròs y los jóvenes seguirán viniendo de fiesta a El Castell. Las fronteras solo las ponen los políticos». Manel quiso añadir que «si dejamos de ser gobernados por Madrid y pasamos a Barcelona, seguiremos siendo periferia y maltratados en temas como infraestructuras».