El acuerdo del Botànic en junio de 2015 dio lugar al primer Consell paritario de la historia de la Generalitat, un compromiso por la presencia equilibrada de hombres y mujeres al frente de las responsabilidades de gestión que se extendió al segundo escalón de la Administración autonómica. El resultado es que la fotografía del poder en los distintas conselleries refleja en términos generales la realidad social. Ahora bien, ni la paridad (50% de hombres, 50% de mujeres) ni la presencia equilibrada (es decir, que ninguno de los sexos supere el 60 %) se cumple en el sector público valenciano, una pata de la Administración donde el techo de cristal resulta evidente.
Un repaso por el organigrama de las cuarenta entidades dependientes de la Generalitat más importantes (empresas, organismos, instituciones y fundaciones) revela que el objetivo de la paridad está muy lejos de cumplirse. De hecho, sólo ocho mujeres figuran como cabezas visibles de esta amalgama de entidades. En el resto de mercantiles, los puestos de máxima responsabilidad están en manos de hombres. Así, las cosas, la relación completa de altos cargos de toda la Generalitat incluido su sector público no sería respetuosa con el compromiso de paridad.
La relación de ocho mujeres, además, incluye directivas que en realidad comparten visibilidad con hombres. Sería el caso de Empar Marco, directora general de À Punt, ya que el organismo público, la Corporación Valenciana de Medios está gobernada por un consejo rector que preside un hombre, Enrique Soriano. Lo mismo ocurre con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) cuya cabeza visible es Francisco Pérez, director de investigaciones, aunque la gerencia está a cargo de Pilar Choren.
En la lista de mujeres con nombre propio en la cúpula del sector público se encuentra Daría Terrádez, directora general de Relaciones con la Unión Europea, propuesta para dirigir la Fundación de la Comunitat Valenciana Región Europea. Al frente de otra fundación de gran peso en la Comunitat Valenciana, en este caso dedicada a la investigación, se encuentra Deborah Burks, responsable del Centro de Investigación Principe Felipe. También está dirigida por una mujer el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM). Se trata de Dora Cabrera.
Para capitanear el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), la conselleria de Economía Sostenible eligió a Júlia Company, mientras que la Conselleria de Vivienda y Obras Públicas ha apostado por dos mujeres en dos de sus entidades dependientes. Así, de un lado, Helena Beunza dirige la Entidad de Infraestructuras de la Comunitat Valenciana, mientras que el Instituto Valenciano de Edificación está dirigido por Rebeca Torró, a la sazón directora general de Vivienda y Rehabilitación.
Y hasta ahí, la relación de féminas en la cúpula directiva del sector público. De hecho, la mayoría de conselleries han apostado por hombres para dirigir sus entidades dependientes. Es el caso de empresas como la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa), Aeropuerto de Castelló, Proyectos Temáticos, Ciegsa, Ferrocarrils o Circuito del Motor y Promoción Deportiva, Vaersa, la Entidad Pública de Saneamiento, entre otras.
La presencia de hombres es especialmente destacada en entidades que tienen que ver con el ámbito de la cultura. Así, Culturarts, el Palau de les Arts Reina Sofia, o el Consorcio de Museos o el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) por ejemplo, tienen al frente un varón.
En muchos casos, se trata de nombramientos realizados tras un proceso selectivo de concurrencia pública. El resultado, en todo caso, es que la cultura dentro del ámbito del sector público no tiene rostro de mujer. Hay excepciones si se bucea en el interior de organismos como del Institut Valencià de Cultura (antiguo Culturarts) que dirige Abel Guarinos. Dependiendo de este organismo se encuentra el Instituto Valenciano de Restauración (Ivacor), al frente del cual se encuentra Gemma Contreras con rango de subdirectora general.
También las fundaciones adscritas al departamento de Sanidad están capitaneadas por hombres. Es el caso de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica (Fisabio) o las fundaciones de investigación vinculadas al Hospital Clínico y a La Fe de València.
La escasez de mujeres al frente del sector público se añade a la asignatura pendiente de los planes de igualdad de la que se hizo eco ayer este diario.
Sólo nueve entidades cumplen: la Agencia Valenciana de Turismo, Ferrocarrils, Palau de les Arts, Cacsa, el Príncipe Felipe, Circuito de Motor y tres fundaciones de Medio Ambiente.
