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Financiación

El problema valenciano sale a la calle

Consell, sindicatos y patronal confían en que el 18N visibilice la discriminación en el reparto de fondos del Estado en vísperas de que se abra la negociación en Madrid

El problema valenciano sale a la calle

El 18N, el pollo convocado el próximo sábado para que el mayor número posible de gente se entere de la discriminación que históricamente padecen los valencianos en el reparto de fondos del Estado, encara su recta final y ya hay dos hechos claros: el consenso general sobre la situación de infrafinanciación y la falta de unidad política sobre la manifestación, al negarse el PP, el partido más votado (aunque no gobierna), a salir esta vez a la calle.

El consenso se constata en la firma de todos los partidos, incluido el PP, al manifiesto elaborado por los sindicatos UGT y CC OO y la patronal (CEV) que sirve de sustento argumental a la protesta del día 18. Se observa también en la declaración institucional aprobada por todos los grupos, incluido el PP, el pasado 27 de octubre, que cifra por primera vez el coste de la infrafinanciación y la infrainversión en 1.600 millones en 2017.

La falta de unidad política a la hora de salir a la calle es una realidad ya sin vuelta de hoja. A pesar de que los primeros representantes del Consell, Ximo Puig y Mónica Oltra, han insistido en los últimos días en sus llamadas al consenso, los organizadores de la manifestación no albergan ya la más mínima esperanza de un cambio de posición de la presidenta del PPCV, Isabel Bonig.

Al contrario, la distancia se ha acrecentado en los últimos días, en los que el PP ha intensificado su contracampaña. No es que niegue la situación deficitaria, sino que su argumento es que el modelo actual (de 2009) es hijo del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y el PP, en minoría en el Congreso, no puede reformarlo solo ahora. Por eso pide un acuerdo del PSOE y menos pancartas. Al tiempo, desliza una equiparación con los orígenes del proceso independentista catalán. «Así empezó todo» es una etiqueta que dirigentes populares manejan los últimos días en las redes.

Los socialistas replican que el modelo está caducado desde 2014, que la propuesta que el PP defendió en 2009 aún era peor (primaba más a las regiones menos pobladas) y que Rajoy ha tenido seis años (cuatro de ellos con mayoría absoluta) para reformarlo.

El hecho es que el PP se ha quedado solo y este es posiblemente el elemento crucial para interpretar sus últimos movimientos.

Un colectivo histórica y sociológicamente próximo a los conservadores como la patronal (CEV), que inicialmente se mostró reacio a salir a la calle si no existía unidad política, se ha acabado sumando a la manifestación, promovida por los sindicatos UGT y CC OO con el impulso del Gobierno del Botànic, que ha hecho de la lucha por la "agenda valenciana" una de sus señas de identidad. Oltra es la autora intelectual de la frase de "montar el pollo".

El otro partido importante del centroderecha, Ciudadanos, que también dijo no en un principio a salir a protestar, ha optado por unirse a la vista del "consenso" alcanzado y de que los empresarios se sumaban.

El momento es especialmente importante para el Consell, que quiere hacer visible el "problema valenciano" en las vísperas de la fase final de la reforma del modelo de financiación. La comisión de técnicos de los distintos territorios ya ha empezado a trabajar y debe elevar una propuesta antes de que acabe el año. Por ahora las impresiones son optimistas, pero el documento final será producto necesariamente de un acuerdo entre PP y PSOE. O parte de las autonomías gobernadas por el PSOE. De ahí la importancia para los socios del Botànic de hacer ver que el problema de la infrafinanciación es una preocupación real de una mayoría de valencianos. De eso va la manifestación del día 18.

Por ahora, los promotores han logrado 5.929 adhesiones a la iniciativa (dato del viernes a las 21.00) y un consenso amplio entre el tejido social: de asociaciones de consumidores a otras de comerciantes. Incluso Intersindical, que protestó por no participar en la elaboración del manifiesto, ha llamado a sus bases a participar en la protesta "unitaria".

Sindicatos y los partidos del Botànic (PSPV, Compromís y Podemos) llevan semanas en campaña concienciando a sus afiliados de que los barracones escolares o la falta de ayudas a la dependencia son el resultado real de la dichosa infrafinanciación.

Para quitar obstáculos, unos y otros han previsto además facilidades de transporte para que los suyos puedan estar en la explanada del MuVIM de València el sábado a las 18.00 horas. La marcha acabará en las Torres de Serrans, ya que el recorrido se modificó para no finalizar en la plaza de América, donde está la sede del PP, tras la protesta de Bonig.

"Ahora hace falta que más gente de la calle se entere", afirma el secretario general de UGT-PV, Ismael Sáez. Esa es la tarea de esta semana, en la recta final hacia una protesta que debe mostrar si la infrafinanciación y la infrainversión son problemas reales y no solo políticos.

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