Seis adjudicatarias diferentes serán las que se hagan cargo del mantenimiento de las carreteras de la provincia de València durante los próximos tres años. Reasfaltado, reposición de señales o repaso de pintura son algunas de las tareas de las que se tendrán que hacer cargo las seis contratas que se harán cargo de los más de 1.779 kilómetros de calzadas de cuya competencia es responsable la diputación.

Los contratos ascienden a un total de 34,6 millones de euros y tendrán una validez de tres años. «Miramos más allá de periodos electorales», apuntó ayer el presidente de la diputación, Jorge Rodríguez. Cada contrato corresponde a una de las zonas en las que está dividida el área de carreteras.

Así, las actuaciones se efectuarán en las demarcaciones de Villar del Arzobispo, con una inversión anual de 1, 8 millones euros (5,4 millones en total); Bétera-Serra, 1,97 millones de euros (5,9 en total); Utiel-Requena, 1,8 millones de euros (5,6 en total); Buñol, 2 millones de euros (6 en total); Alzira, 1,8 millones de euros (5,4 en total), y l'Alcúdia de Crespins, con 2 millones (6 en total). Serán las UTE Ferrovial-Ocide, Joca-Postigo, Civined-Bertolín, Edifesa (Pavasal) y la empresa Becsa las que se hagan cargo de estos contratos.

«No soy proyectos faraónicos»

En la presentación, a la que acudieron un gran número de contratistas de la diputación, el presidente de la corporación destacó que se ha aumentado un 40 % (tres millones por año) el presupuesto respecto a la legislatura anterior y que se ha primado la conservación a «los proyectos faraónicos que se quedan en anuncios». Apuntó también a la necesidad de incorporar más vías ciclopeatonales por la seguridad de los usuarios.