Representantes de los sectores del cemento, cerámica, construcción, industria y gestión de residuos de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) rechazaron ayer los incrementos, que van «del 320% hasta el 733%», en el impuesto de eliminación de residuos en vertedero y los nuevos impuestos medioambientales aprobados por las Corts.

Según la patronal, el incremento de este impuesto en medio año supone para las empresas «mayores costes de producción que repercutirán en su rentabilidad y en su competitividad respecto a empresas de otras autonomías». De este modo, consideran que su aprobación ha evitado la realización de informes que «analicen y justifiquen la necesidad y oportunidad de introducir nuevos impuestos y la subida de los ya existentes, su cuantificación presupuestaria y el impacto social, económico y medioambiental».

Además, los sectores afectados reprobaron que con el nuevo impuesto que grava la valoración energética, la Comunitat Valenciana «se convierte en la única comunidad autónoma que penaliza la práctica».