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"Franco aprovechó la guerra para hacerse multimillonario"

«Podemos investigar cuquerías del dictador en archivos ingleses, italianos, franceses o alemanes pero no en los de Defensa»

En su libro «La otra cara del caudillo» (Crítica, 2015) revela que el dictador inició casi sin un duro la Guerra Civil y en 1940 tenía en el banco 32 millones de pesetas, unos 338 millones de euros de hoy. ¿Cómo fue eso posible?

En contra de lo que se ha argumentado ad nauseam, Franco estaba muy influido desde el punto de vista operativo por el nazismo. Copio el Fürherprinzip (la idea de que el líder supremo puede hacer lo que quiera porque es fuente de Derecho) que Hitler venía aplicando con gran éxito desde 1933. Franco aprovecha la guerra no solo para imponer su régimen dictatorial, aliado con la Iglesia, los terratenientes, la gran banca, las grandes fortunas españolas, sino también para cubrirse el riñón. Entiendo que, a la gente que se siente franquista o tiene al dictador en los altares, le hiera profundamente que le digan que su generalísimo, el salvador de la Patria, aprovechó la guerra para forrarse mientras sus soldados morían en las trincheras. Y se hace multimillonario de una manera muy cutre. Por ejemplo, vendiendo café. Franco,jefe del Estado, generalísimo de los Ejércitos, presidente del Gobierno, jefe nacional del Movimiento... e importador de café. En 1939 Getúlio Vargas, el dictador de Brasil, regala al Estado español 600 toneladas de café en grano de la mejor calidad. ¿Y qué hace Franco con ese café? Ordena distribuirlo por cupos provinciales y que se venda a precio de tasa de intervención. ¡Menos mal! Porque si no hubiera sido el extraperlista primero del Reino. El contravalor se ingresa en el Banco de España, que lo transfiere a las cuentas personales de Franco. Entonces ya tenía una fortuna en depósitos al contado por si las cosas se ponían mal. Con ese dinero del café empieza a montar su imperio inmobiliario, reflejado en primer lugar en la finca de Valdefuentes, con 1.000 hectáreas de terreno al lado de Madrid. Además, por casualidad también recibía un sueldo de la Telefónica. Es decir, de la ATT de EE UU.

Cualquier historiador puede investigar en los archivos de Stalin, en los de Hitler, pero en España 40 años después de otros 40 de dictadura aún hay muchos documentos que el Ministerio de Defensa rechaza desclasificar. ¿Qué teme el Gobierno del PP?

Eso hay que preguntárselo a la ministra de Defensa, la señora De Cospedal, o a su antecesor, el señor Morenés, o incluso al presidente Rajoy. Las respuestas que han dado hasta ahora son más bien grotescas. Carme Chacón, la ministra de Defensa socialista ya fallecida, inició un proceso de desclasificación de 10.000 documentos que Morenés paralizó. ¿Por qué? El hoy ilustre embajador de España en EE UU, legó a decir que desclasificar papeles nos podía causar problemas con nuestros aliados. ¿Con quién? ¿Con la Alemania nazi? ¿con la Italia fascista? ¿Con la Francia de Vichy? Regímenes extintos de países cuyos gobiernos llevan ya muchos años desclasificando papeles de esa época. Usted puede estudiar las cuquerías de Franco y sus adláteres en archivos franceses, ingleses, alemanes, italianos y americanos pero no en los españoles.

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