Las madres de los niños de Estubeny que utilizan el vehículo municipal de Sona la Dipu reconocieron ayer la irregularidad de usar el coche municipal sin ser empleadas del ayuntamiento y reconocieron también el riesgo en caso de incidente, pero señalaron que la utilización del coche es «por necesidad». Mª Luisa García, madre de dos niños en edad escolar que acuden al colegio de Enguera en el coche del ayuntamiento, que ella misma conduce según admitió ayer, expuso que «nosotros no tenemos coche para llevar a los niños hasta el colegio de Enguera y el ayuntamiento nos hace un favor, dejándonos ese vehículo». Mª Luisa y Estefanía Serban, la otra madre afectada, aclararon que son sus tres hijos los que van al colegio en el vehículo de Sona la Dipu y que los otros dos niños en edad escolar acuden a la escuela de Anna, con los coches propios de sus padres.
Un grupo de vecinos de Estubeny denunció la «irregularidad» del uso del vehículo municipal por parte de gente ajena al consistorio y alertó del «peligro» en caso de que ocurriera algún percance cuando los niños son trasladados al colegio en dicho vehículo. Una de las madres y conductora del vehículo para llevar a sus hijos a la escuela admitía el «peligro» y manifestaba que «asumimos el riesgo porque los niños tienen que ir al colegio y sin ese vehículo no podríamos llevarlos».
Mª Luisa también explicó que hace dos años nos quitaron el autobús escolar que transportaba a los niños al colegio y eran miembros de la brigada municipal los que llevaban a los alumnos al colegio en el coche municipal». García añadió que «la brigada ya no está y desde hace un año somos los padres los que tenemos que llevar a los niños al colegio. Nosotros no tenemos coche y el ayuntamiento nos hace el favor de dejárnoslo», remarcaba. La progenitora también exponía que «hemos pedido que recuperen el autobús escolar, pero no es posible porque tiene que haber un mínimo de 11 niños y en Estubeny son cinco». María Luisa dijo que «estamos buscando subvención para contratar el transporte».
García, hija de la jubilada que hacía trabajos de limpieza para el ayuntamiento, también desmintió que su madre trabajara para el consistorio. «Mi madre no cobraba la pensión, no estaba jubilada y podía hacer los trabajos. Desde hace un año que está jubilada y cobra la pensión que ya no trabaja para el ayuntamiento».
Castells desmiente «favoritismo»
Desde la empresa J. Castells, el gerente, Joan Castells, desmintió ayer el «favoritismo» del ayuntamiento en la adjudicación de obras a su empresa y aseguró que los contratos logrados «son todos por concurso. Nosotros presentamos la oferta contractual y es la Diputació la que nos confirma la elección». Joan Castells también desmintió que el arquitecto municipal trabajara para la empresa.
