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Los alcaldes preparan a contrarreloj los proyectos para el plan de la diputación

El programa reparte 7,4 millones a los 61 ayuntamientos de la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida La celeridad de los plazos obliga a los consistorios a tramitar con urgencia las inversiones a sufragar

El Plan de Inversiones Sostenibles al que ha dado luz verde la Diputación de Valencia recoge ayudas por importe de 7,4 millones que los 61 ayuntamientos de la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida podrán dedicar a sufragar obras e intervenciones de interés público. La inyección económica, que procede del remanente de la institución provincial en 2014, se reparte en función del número de habitantes de cada localidad.

Son los propios ayuntamientos los que han de decidir el destino del dinero. Los alcaldes luchan contrarreloj para poder presentar toda la documentación referida al cumplimiento de los requisitos y para preparar sus propuestas en el periodo marcado por la diputación, puesto que disponen de poco más de tres meses para redactar, licitar y adjudicar los proyectos que desean financiar. Los nuevos gobiernos municipales han regresado de las vacaciones y se han encontrado con la urgencia de determinar a qué inversiones pueden dedicar estos fondos con el tiempo muy ajustado. En Castelló de Rugat, el equipo de gobierno se anticipó a los acontecimientos convocando, hace unas semanas, un forum de opinión en el que preguntó a los vecinos qué proyecto consideraban más prioritario de entre una serie de opciones. La reunió decidió por votación habilitar un centro cultural en las escuelas viejas de la localidad. También en Anna se debatieron diversas actuaciones posibles en una asamblea vecinal celebrada la pasada semana.

«Tenemos muy poco tiempo»

El alcalde de Llutxent, Josep Estornell, ve un 90% de probabilidades de que la inyección económica se aproveche para ejecutar la primera fase de reforma del trinquete municipal, una demanda del pueblo dilatada en el tiempo que se ajusta a las directrices del plan. Pero lo fundamental es que ya existe un proyecto confeccionado. Estornell expone el problema de la celeridad del proceso para cumplimentar todos los trámites. «Tenemos muy poco tiempo», sostiene. En Genovés, el alcalde Pere Revert aguarda a los informes técnicos para dar luz a una intervención u otra. Una de las propuestas candidatas aboga por la reparación de las deficiencias de la escuela pública. Su homólogo de Albaida, Josep Albert, tiene claro que la aportación se destinará a «necesidades básicas» del municipio, aunque espera a sentarse en los próximos días con el equipo de gobierno para tomar una decisión. El ejecutivo de Ontinyent se puso ayer de inmediato a trabajar en la selección de los proyectos. El consistorio calcula que el programa permitirá mantener o crear 45 puestos de trabajo directos en la ciudad.

Por pequeños que sean, los pueblos recibirán un mínimo de 50.000 euros, decisión que ha molestado en cierta medida a los alcaldes de localidades medianas porque se sienten perjudicados con el reparto de fondos.

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