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Las «escoletes» de Ontinyent piden participar en el plan de aulas de 2 años

Critican que el gobierno valenciano ha implantado la medida «sin consenso» y «con imposición»

La implantación del programa piloto de aulas para niños de 2 a 3 años en los colegios de infantil y primaria ha recibido las primeras críticas. Y no por la gratuidad de la educación en ese tramo de edad, sino por las formas de la Conselleria d'Educació de poner en marcha el proyecto. En Ontinyent, seis escuelas infantiles se han unido para criticar que la implantación de las aulas se ha hecho «sin diálogo, sin consensuar, imponiendo medidas que afectan a los que más queremos, nuestros hijos, el futuro de este país» y reclaman «participar en el proceso» que ha iniciado la conselleria.

Las «escoletes» del Llombo, Rialles, Koda, Barrufets, Menuts Menudets y Tralarà han alzado la voz para manifestar que la gratuidad en el primer ciclo de infantil «nos gusta mucho, pero bien hecha, con proyecto, con futuro y personal cualificado que no se forme en dos días de cursillo rápido». En Ontinyent, los colegios Bonavista y Vicent Gironés acogerán un aula para alumnos de 2 años. Estas seis escuelas infantiles, que llevan muchos años trabajando por la educación de 0 a 3 años, reclaman que el gobierno valenciano «tenga en cuenta las instalaciones y el personal —maestros y técnicos en educación infantil— de las escuelas infantiles concertadas y no concertadas» y censuran que quieran «aparcar en aulas no preparadas a niños tan pequeños, en espacios no adaptados a sus necesidades emocionales y físicas». El plan de conselleria contempla habilitar espacios en los colegios y se formaría a maestros de infantil de 3 a 5 años durante el mes de septiembre para destinarlos a atender a los nuevos alumnos.

Las seis escuelas infantiles de Ontinyent señalan que «somos nosotros, nuestras instalaciones y nuestra experiencia los más adecuados para ofrecer el servicio que ahora quiere asumir la conselleria» y piden al departamento que dirige Vicent Marzà que «se cuente con nosotros para completarlo». Además, en el caso del Bonavista, recuerdan que el centro no tiene un aulario de infantil adaptado a la normativa.

Las escuelas infantiles ponen de manifiesto los problemas económicos a los que tienen que hacer frente para hacer funcionar sus centros —«sin ninguna ayuda», lamentan— y señalan que «en ningún caso es un negocio». Advierten que las aulas de 2 años dejarán sin empleo a «miles de maestros y técnicos en educación infantil, cualificados y con mucha experiencia». En un comunicado, concluyen que Educació «no encontrará un servicio público de calidad más económico que el que ofrecemos las escuelas infantiles de Ontinyent».

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