Nunca en los anales históricos de Ontinyent habían confluido tantos hechos continuados que, sin duda, le están subiendo el autoestima o el sentimiento de ser de la ciudad al ontinyentí como está aconteciendo ahora. Sin ir más lejos, ayer viernes, primero al mediodía el laureado y prestigioso periodista, colaborador de este diario, Julián García Candau, participaba en la jornada inaugural del curso universitario, en un acto en el que la Universitat de València del Campus de Ontinyent daba su bienvenida al curso. A través de la palabra, el ponente derramó su saber y elogió a una de las joyas de la ciudad, Caixa Ontinyent. Después era Carles Francino, que filosofando inició la presentación en directo, desde el Centre Cultural Caixa Ontinyent de su programa La Ventana de la cadena SER y por cuyos micrófonos fueron pasando el rector de la UV Esteban Morcillo, entre otros.
Pero como no hay rosas sin espinas, así también le viene sucediendo al batle Jorge Rodríguez, quién junto a la mieles de su creciente popularidad y reputación, tiene que pechar con sucesivas espinitas al tener que escuchar voces que empiezan a cuestionar, más allá de las omnipresentes fotos de Rodríguez en toda clase de saraos, la falta de un buen capitán de barco en la gestión municipal ontinyentina. Dándose pasó a conjeturas como la del gobierno de los técnicos. Pero también, como se hacía eco este diario, desde asociaciones vecinales como la del Llombo, que principian a vislumbrar que temas de urgente resolución, caso del problema del COR, sigue sin asomar signos de despegue.
Y abundando en los estudios, y como bien dice el refranero popular —del que es sembra, es cull— tenemos que en los pasados días ha sido noticia un estudiante ontinyentí al conseguir el Premi Extraordinari de Batxillerat 2014-15. Francisco Vidal Diego, que así se llama, recibirá el galardón de la Conselleria d'Educació, Investigació, Cultura i Esport. Estudió en el l'IES Jaume I, y ahora estudia ingeniería Aeroespacial. Otra ontinyentina suficientemente cultivada, pero que pulula otras fronteras, es Núria Llin Micó, que recientemente intervenía en Bruselas en calidad de experta industrial en educación digital, acerca de la conexión de estudiantes y el mundo empresarial.
Valencia-Ontinyent, dos horas. Madrid-Valencia, hora y medie. Así de contundente rezaba esta semana un afiche que puso en circulación, en las redes sociales, la formación de Compromís per la Vall d'Albaida. El reclamo-denuncia viene a cuestionar y criticar, la suma de políticas torticeras que han primado aviesos y perversos intereses particulares en detrimento de las personas que habitan la Vall. «Necesitamos la reforma de la línea Xàtiva-Ontinyent-Alcoi y la mejora del servicio urgentemente», han repetido.
Al cementerio con móvil. Ya ni en un espacio como es el cementerio de Ontinyent se dispensa de los pausados paseantes con el ojo avizor sobre el smartphone de turno, a la búsqueda de un familiar, una amistad o un amor imposible. Así que los empedernidos románticos, que aprovechaban la efemérides de Tots Sants para descubrir quién y dónde yace para la eternidad (es un decir), veían esfumarse sus expectativas: ahora hay una app municipal para buscarlos. Y es que ni los muertos, en este caso por pasiva, se libran ya de esta omnipresente móvil-manía.
