Todavía no salgo de mi asombro cuando releo la noticia, publicada el pasado sábado en este diario, sobre la intención de impartir una nueva titulación universitaria, nada más y nada menos que de enfermería, en Ontinyent, cuando Xàtiva tiene un hospital de referencia con uno de los mejores equipos médicos de la Comunitat Valenciana y que día tras día, pese a sus injustamente limitados medios presupuestarios, consigue nuevos reconocimientos, distinciones y galardones.
Me pregunto de qué ha servido tanta reunión del alcalde de Xàtiva con el rector y responsables de la Universitat de València para tratar de instalar unos estudios universitarios en Xàtiva, que deberían aprovechar los ámbitos de actividad en los que la ciudad tiene una oferta destacada. La historia de la implantación de estudios universitarios en Xàtiva en los últimos años ha sido un desafortunado cúmulo de errores, incompetencia e inexperiencia liderada por muchos que ni siquiera han pisado aulas universitarias y, además, se vanagloriaban de ello. Parecía que el acceso al gobierno municipal de personas con una titulación universitaria, además de aquella escenificación de una alianza de ciudades, sobre un territorio que la historia nos enseña que mayoritariamente tenía como referencia a la antigua ciudad de Xàtiva, podía generar esperanzas para un tiempo nuevo con una implantación coherente de la Universidad, respetando cada ciudad sus principales de polos de actividad para enriquecer sus propios tejidos profesionales. Me temo, a la vista de las noticias, que no va a ser así, en detrimento de Xàtiva, como ya es costumbre desde finales del siglo XX. ¿Cuál será la próxima titulación vinculada al potencial profesional de nuestra ciudad a impartir en una sede universitaria fuera de Xàtiva? ¿Tal vez unos estudios universitarios de restauración de patrimonio histórico-artístico o de Turismo Cultural, para trabajar luego en la ciudad? No quiero dar ideas que luego se aprovechan en otras ciudades?
