El Ayuntamiento de Xàtiva ha desestimado el recurso de reposición de la asociación de vecinos del casco antiguo que impugnó la declaración de la plaza del Mercat como zona acústicamente saturada (ZAS). El colectivo de residentes considera demasiado laxas las medidas adoptadas por la corporación en el marco de la ZAS aprobada hace un año y propone reducir el horario de los establecimientos, la reconversión de las licencias de pubs y cafés-teatro o la desconcentración de actividades ligadas al ocio nocturno para mitigar el impacto acústico en este enclave del centro histórico.
Un informe del ingeniero municipal sirve de base al equipo de gobierno para tumbar las alegaciones. El técnico señala que el ayuntamiento «ya adoptó las medidas correspondientes para conciliar los intereses de los residentes y los comercios» „se ha suspendido la concesión de nuevas licencias de pubs en el Mercat y se ha intensificado la vigilancia policial„ a tiempo que hace hincapié en que el acuerdo impugnado fue «legalmente aprobado».
A pesar de desestimar el recurso, el ejecutivo no cierra la puerta a modificar la ZAS durante el presente mandato. De hecho, el consistorio prepara nuevas mediciones sonoras en la zona durante el primer trimestre de este año, con el propósito de comprobar la efectividad de las medidas implantadas hasta ahora para reducir la contaminación acústica. Según indican fuentes municipales, si siguen superándose en un 20% los niveles máximos de ruido permitidos, el gobierno local articulará intervenciones más restrictivas en la plaza. El ejecutivo se ha comprometido a mejorar el diálogo con los vecinos después de que la anterior corporación dejara sin contestar durante meses el recurso de reposición interpuesto por el colectivo contra la ZAS.
Proyecto de peatonalización
El regidor de Casco Antiguo, Jordi Estellés, da un plazo de dos semanas para repetir las mediciones en el Mercat. El edil aboga por conciliar los intereses de todos los sectores implicados y pone el foco en el proyecto de peatonalización que tiene en marcha el consistorio con vistas a pacificar el tránsito en la zona. «Debemos impulsar un centro histórico para que viva la gente», sentencia Estellés, que lamenta el despoblamiento de la plaza e incide en la elevada factura que cada fin de semana asume el consistorio por el baldeo del entorno y el vandalismo de la noche.
