La tala masiva de pinos persiste. Tras las denuncias publicadas por este medio en anteriores ocasiones, todo indica —según diversos colectivos ecologistas— que éstas persisten. Bosc Viu, Acció Ecologista-Agró así como vecinos de la pedanía enguerina de Navalón han exigido la paralización de estas talas abusivas y «la revisión en profundidad del proyecto». Según estos grupos, se están ejecutando grandes talas para la obtención de biomasa «que afectan a enormes extensiones de bosque. Estos trabajos —añaden— se basan en un plan aprobado por la anterior Conselleria de MedioAmbiente según el cual, durante 15 años, está previsto actuar en 13.000 hectáreas de Montañas de Utilidad Pública (MUP) de propiedad municipal que forman parte, en casi toda su extensión, de la Red Natura 2000», denuncias los ecologistas.
Las empresas adjudicatarias poseen autorización para extraer anualmente 8.000 toneladas de madera. Aun así, «ante los inaceptables impactos que están provocando, pedimos la paralización de las talas y la revisión del proyecto», insisten. Para Bosc Viu y AE-Agró, «en estos trabajos de extracción masiva de madera no se está cumpliendo de manera rigurosa el pliego de condiciones técnicas y ni siquiera el Ayuntamiento de Enguera fiscaliza de manera directa y fiable la cantidad de madera extraída. El control de las actuaciones —añaden—es muy deficiente y así resulta difícil evitar los abusos y los daños». Según los denunciantes, entre las condiciones del contrato con las empresas adjudicatarias se establecen una serie de obligaciones y medidas para evitar daños a la vegetación arbustiva y el suelo que, en la mayoría de casos, no se están cumpliendo. «Por ejemplo, ni se están repoblando las zonas de actuación ni se está respetando la extracción preferente de los árboles torcidos, debilitados o dominados».
«Cortan árboles sanos»
«Sobre el terreno, en cambio, hemos comprobado que se extraen de forma masiva árboles sanos, muy formados y de buen diámetro y, muy a nuestro pesar, no se cumplen de manera rigurosa las cautelas ambientales», señalan desde los colectivos conservacionistas. En muchos de los casos, a pesar de desarrollarse los trabajos en áreas con un elevado valor paisajístico y natural, se están dañando especies valiosas que tendrían que preservarse (ginebras, llentiscles, alborcers...) y se está actuando con maquinaria pesada en zonas de elevada pendiente. «El resultado es un daño y un impactomedioambiental inaceptable, de ahí que pidamos la paralización inmediata de esta explotación masiva de madera para biomasa en nuestras montañas», insisten.
