Ontinyent y Xàtiva remuneran de manera muy diferente a sus gestores públicos. En la capital de la Vall d'Albaida, los llamados liberados „ediles con dedicación exclusiva„ no solo son más en cuanto a número que en la capital de la Costera, sino que también cobran más. Los cinco concejales en esta situación perciben al año 37.209 euros brutos por el desempeño de sus tareas a tiempo completo para el Ayuntamiento de Ontinyent, mientras que en Xàtiva dos regidores cobran 35.450 euros y el alcalde, 49.549 ?.
El resto de los ediles de ambos equipos de gobierno, los no liberados, están remunerados también de modo muy distinto pero a la inversa. En el consistorio ontinyentí, los concejales perciben en dietas de asistencia 72,66 euros por cada pleno y comisión informativa; 55,89 euros por cada junta de gobierno y, los ediles con ponencia (incluidos los de PP y EU), 220 ? al mes por acudir a dos sesiones de la junta de regidores delegados, creada para coordinar la actividad de las concejalías. En Xàtiva, por asistir a cada pleno los cargos sin dedicación cobran más del doble: entre 200 y 270 euros „en función de si el representante es concejal raso o portavoz de grupo„, entre 126 y 150 euros por junta de gobierno; entre 123 y 126 por comisión informativa, 120 euros por cada junta de portavoces y otros 120 euros por junta de seguimiento, un órgano de coordinación semanal. En total, la corporación presupuesta 210.000 euros en 2016 para sufragar las indemnizaciones por asistencias a órganos colegiados, una cantidad que, sumada a los sueldos de los liberados (120.449 euros) y del personal de confianza (113.691 ?) eleva a 444.176 euros los fondos de la partida de órganos de gobierno en el apartado de personal.
Ontinyent, en cambio, consigna 405.166 euros en el mismo capítulo, de los cuales 260.293 ? se destinan a sostener la estructura política (frente a los 330.449 ? de Xàtiva) y 137.445 euros al personal de confianza. En la primera localidad, el alcalde solo cobra por plenos y juntas de gobierno porque ya percibe un sueldo como presidente de la diputación. Al principio del mandato, Jorge Rodríguez se fijó un salario de 40.640 euros al que renunció tras ser llamado a dirigir la institución provincial. En su lugar se incrementó el número de liberados del consistorio.
Desde el ejecutivo de Xàtiva defienden que, descontadas las retenciones, los emolumentos de los ediles no liberados se quedan en menos de 800 euros netos al mes y recuerdan que las cantidades, aunque camufladas como dietas, sirven para retribuir la labor que dedican a sus áreas a pesar de no tener una dedicación de horas establecida. Este sistema de retribuciones, criticado por los partidos de izquierda en la oposición, se mantiene intacto desde la etapa de Rus. PSPV y Compromís, que antes lo consideraban un sueldo encubierto, ahora justifican los importes por el incremento del trabajo que desempeñan sus cargos.
Menos gasto que la media
Los 18 regidores de la corporación municipal de Xàtiva no liberados „compaginan su trabajo con la actividad privada„ percibieron 110.100 euros en dietas durante los primeros seis meses de mandato. Los ediles del gobierno tripartito tenían reconocidas cantidades que van de los 5.738 a 10.991 euros por asistencias Unos emolumentos que no están entre los más elevados si se amplia el foco y se comparan con otros ayuntamientos de similares características.
En Mislata, por cada pleno y junta de gobierno se cobra menos que en Xàtiva (132 euros), pero hay dos portavoces de la oposición liberados (con sueldos de 21.500 ?), 5 del equipo de gobierno con dedicaciones de 31.500 a 41.691 ? y 7 asesores, frente a los 4 de la capital de la Costera. En Alzira, el presupuesto en órganos de gobierno asciende a 815.000 euros, el doble que Xàtiva. En Manises, esta partida se eleva a 300.000 euros, pero las asistencias a plenos se remuneran a 485 euros. En Sueca el consistorio gasta menos: 236.862 euros en liberados y 60 euros por asistencia a cada pleno y junta.
