No será un referéndum ni una consulta popular al uso, sino una encuesta ciudadana «políticamente vinculante», que deberá reflejar el sentir mayoritario de los setabenses. Los resultados del sondeo determinarán si los festejos taurinos y la figura de la Reina tienen cabida en la próxima edición de la Fira d'Agost. Una vez completada la ronda de mesas de debate en torno al papel de los animales y de la mujer en las fiestas „ organizadas por el ayuntamiento a modo de antesala„el tiempo apremia y el gobierno municipal sigue inmerso en la tarea de perfilar los flecos de un proceso con múltiples aristas que ha de ofrecer las mayores garantías.
El próximo paso, según el regidor del área de Participación, Miquel Alcocel, conduce a fijar la fecha de la encuesta, pendiente de «una cuestión técnica». El edil asegura que todos los esfuerzos ahora se centran en intentar reunir el máximo consenso posible para definir las preguntas a las que deberán responder los vecinos y diseñar el proceso. El consistorio quiere involucrar «a todos los sectores implicados», incluidas las peñas taurinas de Xàtiva, muy críticas y contrarias a la consulta.
Aunque en un primer momento la concejalía barajaba una jornada de votaciones presenciales con urnas en distintos puntos de la ciudad, esta opción parece haberse diluido en detrimento de una fórmula de consulta ciudadana como la desarrollada en Tavernes de la Valldigna, cuyo ayuntamiento recientemente permitió a los vecinos votar durante 10 días tanto por vía telemática „introduciendo el DNI y la fecha de nacimiento en una aplicación informática ligada al padrón municipal„ como presencial, con la supervisión de personal municipal. El modelo se acerca a las tesis defendidas por Compromís, que hace un mes instó a acelerar el proceso y presentó una propuesta de bases que incluía dos preguntas tipo y la posibilidad de que la ciudadanía de Xàtiva las respondiera en el plazo de dos meses. El documento generó discrepancias en el seno del equipo de gobierno.
Disparidad entre ayuntamientos
La consulta de Tavernes se saldó con un rechazo ajustado de los vecinos al uso los animales en las fiestas, aunque el nivel de participación „apenas el 11% del censo„ fue bajo. Alcocel remarca que la corporación intentará «facilitar al máximo» las votaciones. «Venimos de una época en al que la gente no estaba acostumbrada a participar y cuesta», apostilla el edil.
Tras las elecciones del 24M, Aldaia fue el primer consistorio en someter a consulta los «bous al carrer», en noviembre. 3.297 vecinos de un censo de 23.000 dieron su opinión durante 4 días de forma presencial. En Chella, la votación también se efectuó exclusivamente en las urnas, pero en un único día. El 58% apostó por mantener la fiesta. Xirivella tampoco autorizó la opinión por Internet: la participación presencial rozó el 7% y el 53% de los vecinos votó en contra de los actos taurinos. En Silla, en cambio, votó el 27% del censo tanto de forma física como online, del 22 al 26 de febrero. El 52% rechazó el bou en corda y embolat pero la mayoría pidió conservar las vaquillas. En Xàtiva, el diálogo sigue instalado en el tripartito en torno al cómo, el cuándo y el dónde de un proceso que desde el PSPV se observa con mucha cautela.
