Montaverner celebró ayer las fiestas de San Blas, a quien la tradición atribuye un milagro ocurrido en 1678, cuando el santo habría curado a todos los vecinos enfermos de difteria, según indica a la agencia AVAN el párroco José Andrés Boix. La celebración dio comienzo el domingo, con el traslado de la imagen de San Blas desde la parroquia hasta la casa del festero mayor y con el tradicional baile de la bandera, de grandes dimensiones, en la Plaza Mayor.

El Lunes de Pascua, el santo fue conducido a la iglesia parroquial, donde tuvo lugar la misa en su honor oficiada por Enrique Giner, párroco de Montixelvo, Aielo de Rugat y Terrateig. Por la tarde, la imagen volvió a ser trasladada en procesión por las calles de la localidad y se efectuó, de nuevo, el baile de la bandera.

Según la tradición, en 1678 Montaverner sufrió una epidemia de difteria, lo que motivó que unos vecinos fueran a Bèlgida a por una imagen de San Blas —abogado contra las enfermedades de la garganta— con el fin de trasladarla al pueblo. «Al entrar con la imagen del santo en la localidad se obró el milagro, ya que los vecinos enfermos sanaron y desde entonces se le venera como patrón», narra el párroco José Andrés Boix. Esta tradición se basa en el libro defunciones de aquel año y en un acta notarial, cuya copia conserva parroquia, del 3 abril de1741, que aporta el testimonio de personas mayores del pueblo que testifican lo que ocurrió años atrás.