Con un pasivo superior a los 20 millones de euros que lastra la tesorería municipal, el Ayuntamiento de Vallada busca ingresos de forma desesperada para poder afrontar los vencimientos de deuda que se le vienen encima como consecuencia del agujero provocado por el fallido megaproyecto de Valpark. Ante este panorama, la corporación ha visto difuminarse toda esperanza de cobrar a corto plazo los impagos de una de sus principales morosas, la urbanizadora Coperfil. Las parcelas que la compañía catalana adquirió en Vallada antes de abandonar las obras del parque no han encontrado comprador en ninguna de las dos subastas de activos tramitadas en los últimos meses en los tribunales de la capital condal.
A instancias de los acreedores hipotecarios „propietarios ahora de los bienes„ y en el marco del concurso de Coperfil, a finales de enero, el juzgado de lo mercantil nº3 de Barcelona ofertó nueve fincas de la firma valoradas en 500.000 euros en los parajes Montagut, Gaisna y l'Altet. La subasta, sin embargo, quedó desierta. La constructora proyectaba una inversión de 33 millones de euros para levantar una plataforma logística de 50.000 m2 en Valpark. La crisis paralizó el proyecto en 2009 y Coperfil adeuda alrededor de 1,3 millones de euros en certificaciones al consistorio, la mitad de su presupuesto anual. La venta de los terrenos supondría un balón de oxígeno para las maltrechas arcas municipales, al borde de la quiebra, pero fuentes municipales admiten que no existen expectativas de cobro. En 2012, Vallada ya sacó a subasta los terrenos embargados a los tres urbanizadores de Valpark (Mafor, Ardea Saguntum y Coperfil), que dejaron las obras tras acumular una deuda de 16 millones en certificaciones. En aquel proceso tampoco pujó nadie.
Gran morosa de Hacienda
Coperfil entró en liquidación concursal en 2014 con un pasivo de 300 millones de euros. La constructora aparece en los primeros puestos de la lista de grandes morosos de Hacienda y los administradores de la compañía se han visto envueltos en una investigación por alzamiento de bienes. Mientras tanto, Vallada ha precisado de un segundo «rescate» del Gobierno para hacer frente al pago de dos sentencias que condenan al consistorio a abonar 2 millones a dos propietarios por los desfases en la tasación de las expropiaciones de Valpark. A través del Fondo de Ordenación estatal, el consistorio ha perdido préstamos a Madrid por más de 21 millones a cambio de un restrictivo Plan de Ajuste de muy difícil cumplimiento.
