La edil ontinyentina Rebeca Torró era confirmada este viernes por el Consell como nueva directora general de la Generalitat Valenciana. El nombramiento de la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ontinyent y responsable del área de Territorio y Urbanismo como nueva directora general de Vivienda, Rehabilitación y Regeneración Urbana de la Generalitat Valenciana, marca un hito en la política de la ciudad. La consellera de Vivienda, Obras Públicas y Ordenación del Territorio, María José Salvador, que recientemente visitó Ontinyent, plasmaba así la amistad y buena sintonía que le une a Torró al asignarle la esta dirección general. Su sustituto será en parte el edil Jaime Peris, que pasa a coordinar el área de Territorio, según explicaba el batle Jorge Rodríguez en rueda de prensa para dar luz a los cambios en el organigrama de mando del gobierno ontinyentí. Así mismo el puesto que Torró ocupaba como vicepresidenta de la mancomunidad comarcal será ocupado por Peris.
Resulta cuanto menos paradójico que la susodicha consellera haya participado en los pasados días en los Encuentros Empresariales que organizó COEVAL en Ontinyent, donde, entre otros nombres, estuvo la teniente de alcalde Torro. Por lo que a la vista del pronunciamiento de los representantes de COEVAL, que aprovecharon el encuentro con la consellera para hacerse oír y «reivindicar que la Generalitat debe dar el trato que se merece una comarca como la Vall d'Albaida, que desde siempre está aportando mucho al desarrollo y progreso de la Comunitat Valenciana, y que hasta la fecha no se siente satisfecha de lo que recibe a cambio», fue tenido en cuenta. Lo que siguió se inscribe en el panteón de agravios eternos, de los que R. Torró, en la parte que le tocará, tiene que tomar buena nota para aplicar buenos remedios.
Además, la regidora ontinyentina deberá andar ojo avizor con el equipo que la rodee y asesore en su nuevo cometido. No sea que le suceda, como está pasando ahora, que en la remodelación de la calle ontinyentina de Martínez Valls, en la cual su equipo técnico municipal, el que comanda Manuel Ángel, al parecer, no tuvo bastante cuando se remodeló el sector de las calles Gomis y Mayans, en que su sensibilidad hacia los dependientes y la accesibilidad a los comercios brillo por su ausencia, diga lo que diga la normativa al respecto. Por lo que ahora, en la mentada Martínez Valls, nos sirven una segunda taza, obviando la mejora de los accesos a la hostelería o al comercio, que en un elevado número de casos sigue sin estar adaptado.
