Qué bonito es el fútbol! Y todavía más si ganas, y más todavía si es como una final, y más todavía si pasas apuros en algún momento, si crees que te puede volver a pasar, eso de que te marquen en el último minuto, que está a punto de llegar un error del que se va a aprovechar seguro el rival, si sus aficionados cantan en tu campo y tú cantas más que ellos, si les tienes ganas al entrenador rival y le ganas, si en el equipo rival hay exjugadores a los que notas muy motivados, si no estás solo y hay más gente que nunca a tu lado, si marcas tres goles, si no te acuerdas del árbitro. Todo eso pasó el domingo ante el Alcoyano, y, si no estuvo en la Murta, lo siento por usted: se perdió una de esas tardes en las que vale le pena estar allí.
Se ganó y se salvó una final, pero nos quedan cuatro más. Hubo muchos que bajaron a la Murta por primera vez esta temporada. Hay quien puede pensar: ¡si se hubiera bajado más veces y se hubiera animado así seguro que tendríamos más puntos y menos apuros. No se castiguen. Si bajaron a la Murta por primera vez esta temporada gracias por hacerlo, y ahora, toca repetir ante el Villarreal, ante el Lleida, ante el Barcelona B, (si van a Reus, se agradecerá también, seguro).
Llegados a este punto, curioso, con menos puntos que en anteriores temporadas, estamos, o al menos yo, «enganchados», esperando que llegue el partido del domingo, y el próximo. Disfruto con los videos de los jugadores, con su esfuerzo, con su «Amunt Olímpic!», con los mensajes del entrenador. Vuelvo a escribirlo: me da igual quien juegue, quien marque, si el entrenador acierta en el planteamiento o no; si las cuentas están saneadas o no? ¡Me da igual!
Tiempo habrá para balances, números, explicaciones o justificaciones. Ahora toca fútbol, fútbol y únicamente fútbol? ¡Qué bonito es el fútbol!
