La Conselleria de Medio Ambiente se ha fijado el objetivo de que la Vall d'Albaida disponga de una planta propia de tratamiento para gestionar los residuos que genera la comarca antes de acabar esta legislatura. El secretario autonómico Julià Álvaro, sin embargo, es consciente de que esta opción solo es posible si se retoma el proyecto de Bufali, cuya tramitación quedó paralizada en los despachos del gobierno autonómico en 2009 a falta de la autorización ambiental, después de haber obtenido más de una decena de informes sectoriales favorables de instituciones como la Confederación Hidrográfica, la Diputación de Valencia o la Conselleria de Sanidad. Si el consistorio se postula oficialmente para albergar la planta, los técnicos del Consorcio de Residuos aún han evaluar la viabilidad de los terrenos y el rechazo que puede generar en las poblaciones afectadas. Aunque habría que subsanar y ajustar algunos puntos del proyecto a la normativa actual, desde Recisa —propietaria de los terrenos— auguran que podría aprobarse «sin graves problemas». Fuentes de la firma, a la espera de que se modifique el Plan de Gestión del COR, reivindican el Plan de Minimización de la Vall, pionero en muchos aspectos que el actual Consell ahora quiere implantar.
