Una legión de aficionados llegados de todo el territorio nacional invadirán hoy Montesa a los mandos de las legendarias motos que toman el nombre de la localidad de la Costera. Los creadores de la marca catalana se inspiraron en la orden de caballería fundada en 1317 por el rey Jaime II de Aragón para bautizarla, estableciendo un paralelismo entre los jinetes medievales y sus pilotos. Esta coincidencia nada casual ha movido al ayuntamiento a organizar la primera concentración de motos Montesa, que aspira a convertirse en una cita anual en el calendario.
Aunque los preinscritos en el evento ascendían ayer a medio centenar, la cifra de participación es imprevisible. Las autoridades municipales aguardan a varios cientos de moteros. Los vehículos de la casa Montesa, cuyo origen se remonta a 1944, tienen una cita a partir de las ocho en la población, desde donde partirá una caravana de motos que recorrerá las localidades de Canals, l'Alcúdia de Crespins, Anna y Enguera. Tras una parada obligatoria para almorzar en este municipio, la ruta continuará hacia Navalón y atravesará Moixent y Vallada, antes de regresar a Montesa.
Una vez de regreso, los aficionados rendirán homenaje al tarraconense José María Busquets y al valenciano César Gracia, campeones de España en la década de 1960 como pilotos oficiales de fábrica de la marca. El Motoclub Impala de Barcelona ha confirmado la asistencia de sus socios. Entre ellos estará Susana Permanyer, nieta del fundador de la marca, Pedro Permanyer, a los mandos de una Impala 250, conocida como el «Diablo Rojo», fabricada en 1962 e icono absoluto de Montesa.
Exposición de motos exclusivas
La concentración nacional, la primera que autoriza la marca Honda „el gigante japonés absorbió a la marca catalana a finales de la década de 1980„va acompañada de una exposición de motocicletas históricas de los 50 y 60 y ejemplares exclusivos de edición limitada pertenecientes a esta marca. El alcalde, José Barberá, inauguró ayer la muestra, que acoge una docena de motos, en dependencias municipales .
