al y como apuntábamos en nuestra columna del sábado, el Olímpic no pudo con los vascos del Leioa. Nuestro análisis era todo lo realista que procuramos mostrarnos siempre, otra cosa son nuestros deseos en cuanto a la victoria del Olímpic que es la que siempre deseamos por encima de todo.
Claro que el resultado es lamentable, 4-1, con dos de los goles en los últimos minutos que es cuando el Olímpic, viendo que no lograba el gol del empate a dos, que nos hubiera mantenido en la Segunda B, y con ello facilitando la continuidad del proyecto Alcázar de 4 años, se lanzó a tumba abierta en busca del tan ansiado gol, pero facilitando a su vez la tan inmerecida goleada final conseguida por los locales.
Con el descenso a Tercera cabe esperar una fase difícil para el Olímpic. La bonita cifra de 240.000 euros que tenía aprobada el Olímpic para la próxima temporada ha quedado sin vigor, con lo cual a Kike Alcázar y a su compañero Manolo García se le han torcido las previsiones con respecto al futuro.
Justo es reconocer que la actual directiva tiene a su público de cara después del montaje de los dos últimos partidos realizados en la Murta y además coronados con el éxito deportivo que hizo renacer la esperanza de la salvación de la categoría.
Pero con los calores del próximo verano, vacaciones, etc. todo se enfría, los jugadores tendrán que cobrar sus contratos y la directiva inventarse nuevas maniobras, si es que está dispuesta a seguir el programa que establecieron, proyecto de cuatro años con emolumentos para todos, alguno de ellos sustanciosos.
Nos parece muy difícil continuar el proyecto, con un Olímpic programado para recuperar la categoría. Otra cosa sería un nuevo fracaso deportivo que echara por tierra todas las buenas intenciones de los que se han metido en un berenjenal, a cambio de qué?se pregunta el socio, el aficionado y cualquiera que pasase por ahí.
