La Fira de 2016 llega muy, muy parecida „casi idéntica„ a la de 2015, que era prácticamente igual a la de 2014, la última del PP. Calificada la anterior por todo el nuevo gobierno municipal como «de transición», la de ahora, sin embargo, apenas tiene diferencias con aquélla salvo una muy notoria y de dudoso honor: la abolición de los festejos taurinos después de 77 años ininterrumpidos tras un referéndum antitaurino cuyo ajustado resultado „a favor del no a los toros, pero por un número de votos irrisorio„ invalida la aureola de ciudad antitaurina que algunas formaciones políticas se han empeñado en defender. La Fira d'Agost que mañana empieza sólo ha hecho que consolidar el Festival de la Cançó (uno de los aspectos que más cabe aplaudir) y la programación teatral de calidad, logros ambos del año pasado.
En cuanto a la inauguración y la clausura, se trata de actos „sobre todo el primero„ que apuestan por la ciudad como materia prima escénica en el primero de los casos. Tampoco es algo nuevo porque en 2007 se hizo algo en esa línea con el espectáculo de la crema de Xàtiva, sólo que el PP después sustituyó todos sus esfuerzos creativos por un concierto de una figura de la canción melódica. De hecho para este año ni siquiera es novedad la programación B de la Glorieta: el PP ya utilizó este espacio con los mismos fines en los primeros años de su mandato.
Retos como la ampliación del espacio expositivo, el traslado de las atracciones mecánicas a un recinto ferial o la apuesta por algún planteamiento realmente rompedor no están tampoco presentes en la Fira de 2016, la que ya se ha organizado con un año entero de tiempo y no era una herencia del PP. Excusas como la de que las infraestructuras agotan gran parte del presupuesto eran ya clásicas del argumentario popular. Mientras que la delirante improvisación con la que se organizaron las últimas ediciones feriales de Alfonso Rus no tiene parangón, pero ésta de 2016 no ha sido un ejemplo de celeridad tampoco.
Sobre la inauguración ferial, informa Sergio Gómez, el alcalde Roger Cerdà ha señalado que «está vinculado a la ciudad y a la fiesta de la Fira. Se ha creado ad hoc con textos de la Fira y la participación de colectivos locales. Creo que será del agrado de todos los vecinos», vaticina. «La Cloenda „añade„ es un espectáculo pirotécnico y musical con un formato espectacular que dejará a todo el mundo contento; hay mucho sonido y mucha pólvora. Veles e Vents ha rodado mucho por diferentes sitios, pero entendíamos que ese tipo de formatos no se han visto en la ciudad y tienen el sabor de fin de fiesta que se ajustaba a lo que buscábamos», explica. Sobre los conciertos de la Murta, asegura que «la venta de entradas va a muy bien ritmo. El día 15 hemos hecho una apuesta importante por Rosario. La actuación es gratuita y sin invitaciones. Es un día festivo en el que vendrá mucha gente a disfrutar de las motos y el Freestyle. Los otros días hemos cerrado espectáculos para dos tipos de público diferente. Estoy convencido de que serán un éxito», afirmaba ayer.
Roger Cerdà ha destacado también que su objetivo es «aprovechar la Fira como elemento de proyección turística de la ciudad. Queremos comenzar a llevar fuera la publicidad de la misma. Aunque hemos trabajado dentro del ámbito de la Comunitat Valenciana, este año hemos apostado por ir a Valencia y a las zonas de costa para que llegara la publicidad y generara ese flujo favorable de gente a la ciudad, a parte de la gente de nuestras comarcas que ya viene».
