El Ayuntamiento de Montesa ha suspendido durante un plazo máximo de dos años la tramitación y concesión de nuevas licencias de parcelación de terrenos, edificación y demolición en cinco de las seis áreas de reparto de suelo urbano residencial delimitadas en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que se encuentra en su fase final de tramitación. El consistorio adoptó el 26 de julio la decisión de congelar los permisos de obra en cumplimiento de la Ley de Ordenación del Territorio (Lotup), con la finalidad no alterar las previsiones contenidas en el futuro instrumento de planificación, cuya versión preliminar obtuvo luz verde del pleno municipal el 7 de junio. La suspensión afecta a las áreas de reparto AR-1A, AR-1B y AR-1D, reservadas para viviendas adosadas, y a las zonas AR-2A y AR-2B, que incluyen viviendas aisladas.
El alcalde de Montesa, José Barberá, señala que el ayuntamiento no autorizará «obras mayores» e impedirá la edificación «de cualquier casa que pueda mover la distribución posterior de las áreas de reparto». La prohibición se extiende a la posible aprobación de nuevos programas de actuación en la zona delimitada.
La suspensión de nuevas licencias urbanísticas no podrá prolongarse durante más de dos años. El alcalde confía en que el nuevo PGOU pueda ser aprobado de manera definitiva y entrar en vigor en cuestión de un año. En ese momento, el acuerdo no tendrá sentido. La tramitación se ha retrasado y, en cualquier caso, depende de los técnicos de la conselleria, que están revisando la documentación antes de dar el visto bueno. La pelota está en manos de la administración autonómica.
Sin planificación desde 1988
Montesa continúa funcionando con las normas subsidiarias de 1988, lo que conlleva una serie de obstáculos al desarrollo de la localidad. El nuevo Plan General marca un crecimiento sostenible adaptado a la coyuntura económica, con una previsión de crecimiento poblacional moderado. Además, la nueva normativa determina las alturas y las dimensiones máximas que pueden tener las casas en el casco antiguo para mejorar la imagen urbana del municipio. El documento aboga por preservar y potenciar la agricultura y fija como una prioridad la creación de un polígono industrial del que la población carece y cuyo desarrollo permanece suspendido.
