El gafe que persigue al Ayuntamiento de Xàtiva con el proyecto para construir 288 nuevos nichos y aliviar la falta de espacio en el cementerio municipal continúa. El equipo de gobierno ordenó el lunes a la empresa constructora la paralización de las obras „ejecutadas al 60 %„ a raíz de las deficiencias detectadas por los técnicos del consistorio, que advirtieron de que las celdillas incumplen las dimensiones necesarias para dar cabida a los féretros.
La adjudicataria de los trabajos „una firma de arquitectura radicada en Valencia„se ha comprometido a subsanar los defectos señalados. Los responsables de la mercantil Tonda, SL mantuvieron ayer conversaciones con el arquitecto técnico del ayuntamiento y confían en que los nichos construidos „alrededor de 150„ puedan cumplir las indicaciones y entregarse en perfecto estado a la corporación municipal en cuestión de una semana, según indica un portavoz a Levante-EMV. Desde la constructora restan importancia a la incidencia, garantizan una solución y atribuyen el error en las medidas de los nichos a «problemas con los moldes» que, sin embargo, «se están corrigiendo» para «cumplir con las dimensiones».
La actuación en el patio 1 del cementerio permanece de momento en suspenso. El resto de los nichos contemplados que restan por ejectuar „más o menos la mitad „ se encuentra en el aire, mientras el ayuntamiento estudia cómo proceder hasta que terminen los trabajos de subsanación. Además de que las cavidades son demasiado pequeñas y el tamaño no se ajusta al proyecto, fuentes municipales señalan más deficiencias en la construcción, como tramos de la estructura torcidos o incumplimientos en los plazos de ejecución previstos en el contrato.
A la espera de que se corrijan los defectos en las sepulturas, el consistorio baraja la posibilidad de adjudicar a una empresa con experiencia de obras en el cementerio de Xàtiva 40 nuevos nichos por la vía de urgencia para garantizar los enterramientos. La corporación ya se vio obligada a recurrir a un procedimiento sin publicidad en abril para cubrir una demanda similar después de que la constructora que inicialmente se adjudicó el proyecto de los 288 nichos renunciara a ejecutarlo.
Un 33% menos del coste inicial
El departamento de Obras Públicas sacó a concurso la intervención en enero de 2016 por 118.000 euros. Por primera vez, la convocatoria se abrió a la máxima concurrencia y atrajo a un total de 41 empresas de toda España. Una firma de Hellín presentó la oferta más económica „un 33% por debajo del presupuesto de la licitación„ y resultó seleccionada para la obra. Sin embargo, terminó renunciando al encargo una vez comprobó que le resultaba inviable materializarlo por el precio ofertado. La segunda opción más barata, una mercantil de Murcia, siguió los pasos de su antecesora y también desistió de las obras.
Tras cuatro meses de renuncias y trámites infructuosos, el equipo de gobierno adjudicó en junio los trabajos a la empresa que ahora los está ejecutando, con una baja del 30% respecto al precio inicial. En el procedimiento no se exigió experiencia a las empresas, una decisión que todavía pesa a los gestores municipales.
