La tasa de criminalidad encadena ocho años consecutivos de descensos en Xàtiva. Si se cumplen las proyecciones que maneja la Policía Nacional, el año en curso se cerrará con un registro de 35 infracciones penales por cada 1.000 habitantes, tres puntos por debajo del balance ofrecido hace un año. Así lo avanzó ayer el comisario Miguel Ángel Gallud en su tradicional discurso con motivo de la conmemoración de los patronos del cuerpo. La tasa es mucho más elevada tanto a nivel autonómico como estatal.
El número de denuncias tramitadas en la comisaría de Xàtiva, además, se ha reducido un 9% en el último año. El cuerpo presenta un índice de eficacia en el esclarecimiento de las denuncias del 55%, muy similar al de 2015 „cuando rondó el 57%„ y sus agentes prestaron alrededor de un centenar de servicios humanitarios en la ciudad a lo largo de 2016.
Durante su intervención, Gallud puso el foco en los esfuerzos desplegados por la Policía Nacional para intensificar la lucha contra la violencia de género e «intentar mejorar el servicio», no solo a la hora de atender las denuncias sino también en la prevención «de esta lacra social». El comisario incidió en «la buena armonía existente con la Guardia Civil y la Policía Local» y subrayó las labores de coordinación de estos tres cuerpos. Tanto el capitán de la Benemérita, Antonio Carrillo, como el Jefe de la Policía Local, Enric Gómez, participaron ayer junto al alcalde de Xàtiva en el acto protocolario, en el que fueron distinguidos siete agentes de la Policía Nacional. El subinsepector Ismael Navarró obtuvo la Cruz Blanca al Mérito Policial „concedida por el Ministerio del Interior„ y el inspector Juan Antonio Botías fue condecorado por sus 25 años de dedicación al cuerpo. También fueron reconocidos el joyero Vicente Sancho por su «estrecha colaboración» con el cuerpo, así como el agente de la Policía Local José Casanova, herido en acto de servicio en la Nochebuena de 2015.
