La escasez de lluvias no solo afecta a la producción de aceite de este año, sino que amenaza también la campaña del año que viene. «Si no llueve en un mes, no habrá nada de cosecha de secano en 2017», alerta el delegado de La Unió de Llauradors en la Costera, Julián Úbeda. «Los árboles arrastran 4 años de sequía y comienzan a verse muy afectados. La situación puede ser muy grave», advierte el agricultor. Úbeda ve preocupante la bajada de agua en los pozos —más de 10 metros de media en la comarca— y considera que ha llegado el momento de que el sector se movilice para pedir ayudas.
