En l'Alcúdia de Crespins, la actualización catastral comporta una subida del 7% en el valor de los inmuebles. El consistorio ya bajó el año pasado el coeficiente del IBI del 0.86 al 0.82% para afrontar un «catastrazo» de Montoro y ahora estudia otra bajada. El concejal de Hacienda, José Garrrigós, señala que la intención es «absorber» al menos una parte del incremento al que «obliga» el Ministerio, teniendo en cuenta las restricciones impuestas por el plan de ajuste y el elevado endeudamiento. «Estamos intervenidos», lamenta Garrigós. Su homólogo de Canals, Antonio Orea, opina igual. «Siempre pagamos el pato porque somos la administración más cercana: la subida catastral vulnera la autonomía local».