El concejal de Gran Teatre, Alfred Boluda, manifestó ayer a Levante-EMV que va a intentar esclarecer si, tal como circula en medios falleros, dos comisiones que han utilizado este espacio habrían vendido entradas para las presentaciones de sus falleras mayores de manera encubierta. El pasado verano, las fallas y el ayuntamiento suscribieron un convenio mediante el cual el consistorio cede gratuitamente el uso Gran Teatre a cada falla para su presentación. A cambio, las comisiones se comprometen „entre otras cosas„ a no cobrar entrada por acceder al recinto y librar sólo invitaciones. La tasa de la que quedan exoneradas es de 1.400 euros. Cuando las fallas pagaban por usar el teatro, generalmente cobraban entrada.
Sin embargo, dos comisiones podrían haber burlado esta condición y cobraron de manera indirecta algo parecido a una entrada. Una de ellas puso en circulación una rifa que algunos consideran que era prácticamente una localidad. Y otra vendía un bolígrafo a un precio bastante elevado cuyo comprador tenía derecho a acceder a la presentación. El asunto, que ha disgustado notablemente a otras fallas, se analizó en una asamblea de presidentes la pasada semana. Pero según el presidente de la junta, Jesús González, «oídas las explicaciones, creemos que no se puede considerar venta de entradas encubierta», manifestó ayer a este diario. Según González, «es verdad que hicieron una rifa. Pero era una rifa, no se puede considerar que sea entrada. Eso es lo que nos dijeron y yo me creo esa explicación». Del oto caso, González dijo no tener constancia. El presidente de la JLF cree que las explicaciones dadas por las comisiones son suficientes e insiste en que «no era venta de entradas».
Otra aspecto comprometido es que una de las dos fallas señaladas preguntó antes a un concejal del equipo de gobierno si lo que iba a hacer estaba permitido y, según su versión, éste le dijo que sí.
