Los trabajos de montaje de la Fira d'Agost han invadido por completo la Albereda Jaume I de Xàtiva a falta de cuatro días para el arranque oficial de la celebración. La novedosa redistribución del recinto que este año ha promovido el ayuntamiento comienza a vislumbrarse sobre el terreno con las primeras carpas y puestos de venta. Estos últimos han de instalarse mayoritariamente sobre el asfalto para dejar libres las aceras al paso de peatones. Algunos locales de la zona han aprovechado que la Albereda ya se ha cerrado al tráfico y que hay más volumen de gente para ampliar sus terrazas a la carretera. Los mercaderes y hosteleros con licencia para montar sus puestos en la Fira han de ajustarse a la nueva ordenanza municipal „la primera de la historia„ que regula las condiciones de montaje y endurece los requisitos, con el objetivo de evitar el pillaje, intensificar las seguridad y la higiene y velar por el cumplimiento de la ley.
El número de puestos de venta en 2017 será similar al de años anteriores y, aunque muchas solicitudes han sido rechazadas, fuentes municipales recalcan se ha respetado el espacio que ocupaban los vendedores más antiguos.
Reordenación y ampliación
Frente al ayuntamiento se han colocado unos toldos que proporcionarán sombra a los espectáculos y exhibiciones trasladadas a este espacio. Ayer todavía no había comenzado a montarse la carpa municipal desplazada la Font del Lleó, mientras que diversas atracciones ya funcionan con normalidad.
El recorrido ferial de esta edición no solo se ha reordenado, sino que se ha ampliado en cinco calles, incorporando nuevos espacios comerciales y lúdicos claramente sectorizados. El consistorio pretende modernizar el evento, armonizar las diversas áreas de actividad y erradicar el estigma de gran mercadillo ambulante que perseguía a la Fira.
