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Fallece en Zaragoza el misionero claretiano de Xàtiva que velaba por los pobres de París

Domingo Ballester muere a los 85 años tras toda una vida dedicada al sacerdocio y a los más desfavorecidos

Ballester, a la derecha, en el homenaje a los claretianos en 2011. p. iborra

¿De dónde es alguien que ha desempeñado una labor pastoral y misionera por medio mundo? Domingo Ballester Ramón, fallecido días atrás en Zaragoza, lo tenía claro: de Xàtiva. Este claretiano enamorado de su ciudad natal regresaba a ella siempre que podía. Y eso que entre sus numerosos destinos figuran, en ocasiones por largo espacio de tiempo, lugares como Bolivia, México, el Chile posterior al golpe de Pinochet, Solsona, Valls, Barbastro, París o Marsella. Ha fallecido a los 85 años a consecuencia de un empeoramiento de su salud. Fue enterrado en la comunidad de Zaragoza-León Felipe, y el lunes fue oficiada una misa en su honor en la iglesia de Sant Francesc de Xàtiva. Era hermano de Rafael Ballester, conocido funcionario del Ayuntamiento de Xàtiva encargado de los alistamientos al servicio militar hasta finales de los años 80. Y sus sobrina y sobrino político son Gloria Ballester y Ricardo Marí, este último empleado municipal y dirigente fallero.

Nacido en 1931, Domingo ingresó en el Postulantado de Alagón (Zaragoza) a finales de los años 40. Estudia Filosofía en Solsona y Teología en Valls, y es ordenado presbítero el 17 de agosto de 1958. Viaja a Madrid para cursar el año de pastoral y desarrolla sus primeros años de sacerdocio en Bolivia (de 1959 a 1972, con un paréntesis en México) y de 1973 a 1976 en Chile. En el primero de estos destinos reside en Cochabamba y Tarija, entre otros. En Tarija fue su párroco e incluso formó parte del gobierno municipal. Y en Chile vivió el golpe militar que derrocó a Salvador Allende. Pudo ser encarcelado e incluso liquidado por el régimen pinochetista, pues sus simpatías políticas iban más hacia la izquierda. Pero aún así siguió tres años más en el país hasta que en 1976 le recomendaron abandonarlo.

Desde ese último año y durante más de 30 vivirá en Francia, formando parte de las congregaciones de Marsella y París ejerciendo de ecónomo de las comunidades claretianas y realizando el que quizá sea su cometido pastoral más comprometido: atiende los barrios marginales de estas dos ciudades. También se encarga de los oficios religiosos de la comunidad de emigrantes españoles que quieren misa en su idioma. De esta etapa, los conocedores de la trayectoria de Domingo destacan su labor a pie de calle, ya que jamás fue un cura de despacho y sacrificó su carrera eclesiástica por cometidos de este tipo. Y es que además de su compromiso cristiano, Domingo era una persona de enormes conocimientos en Teología e Historia: en esta última materia, con especial predilección por asuntos de su Xàtiva natal, adonde regresaba casi todos los veranos principalmente durante la Fira. Además, en celebraciones en las que se recordaba a los claretianos de Xàtiva siempre estuvo presente, como en el gran homenaje que se les dispensó en la Casa de la Cultura en 2011.

Dejó París en 2012

Sus primeros problemas serios de salud aconsejaron que en 2012 abandonase la Misión de París para incorporarse a la comunidad zaragozana, en la que ha pasado sus últimos cinco años de vida ya con una actividad pastoral casi bajo mínimos. El pasado sábado, la capilla de la Comunidad Asistencial acogió su misa funeral. Asistieron, entre otros, misioneros y misioneras claretianos de las comunidades de Zaragoza, Alagón, Barbastro, Madrid y París.

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