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De «corral de vaques» a museo

El Museu Parroquial de Montesa cumple hoy 20 años tras abrir sus puertas el 18 de octubre de 1997

El Museu Parroquial de Montesa cumple hoy exactamente 20 años desde que abrió sus puertas. Durante estas dos décadas, el museo ha restaurado casi por completo su patrimonio artístico, ha podido adquirir obra „mediante compra o depósitos„ y ha logrado poner en valor una de las colecciones de arte sacro más importantes de la Comunitat Valenciana. Según explica el director-conservador del mismo, el historiador Josep Cerdà, «últimamente se ha firmado un convenio con el Ayuntamiento de Montesa para regular las visitas así como el depósito de un lienzo del siglo XVII con el retrato del décimo maestre de la Orden de Montesa. Pero necesitamos, no obstante, una ampliación del museo, que es factible por contar con el edificio contiguo. Y también un proyecto serio de musealización», asegura.

En 1989 y con motivo del 700 aniversario del otorgamiento de la carta de población de Montesa y de la erección canónica de la parroquia, en una de las habitaciones de la casa abadía se habilitó un improvisado museo. En él, aparte de algunas piezas de orfebrería de la iglesia, se expusieron una serie de elementos arquitectónicos abandonados a su suerte en un huerto cercano a la iglesia, procedentes, sin duda, del castillo de Montesa.

Desde la inauguración de aquel espacio museográfico, fue madurando la idea de poder contar con salas mejores donde poder mostrar la ingente cantidad de obras de arte con las que contaba la parroquia, muchas de ellas expuestas en un improvisado museo ubicado en 1973 en el trasagrario de la iglesia. Así, teniendo claro que las piezas más significativas iban a quedarse en el templo parroquial, ya que, además de ser elementos integrantes del culto podían situarse en los mismos espacios para las cuales fueron concebidas, otra serie de obras (cuadros principalmente) podían pasar a formar parte de las colecciones de un museo.

Para ello, la parroquia contaba con un edificio situado detrás de la iglesia, con lo que podía crearse un circuito expositivo que permitiría la contemplación de las obras de arte situadas en el templo parroquial y a continuación las que estuviesen en el edificio del museo propiamente dicho.

El inmueble en cuestión, aunque en ruinas, databa del primer tercio del siglo XVII y contaba con un arco de medio punto de piedra de sillería. Desde hacía años, su uso se limitaba a corral para custodiar las vaquillas durante las fiestas patronales, mientras que la planta alta la usaba la Sociedad de Colombicultura de Montesa para guardar los palomos. Aunque en un primer momento su rehabilitación era inviable desde las posibilidades económicas de la parroquia, en 1993 se apuntalaron las partes más deterioradas, se limpió de escombros y estiércol y se encargó al arquitecto Salvador Vila un anteproyecto de las posibles obras a realizar.

Por otro lado y tras varias instancias, el 24 de marzo de 1994, la dirección general de Patrimonio de la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana reconocía el Museu Parroquial de Montesa, de manera oficial, colección museográfica permanente. En 1996, la parroquia presentó el proyecto de museo a la asociación para la promoción socio-económica Macizo del Caroig, entidad que gestionaba el proyecto de la Comunidad Europea Leader II, que asumió el 54 % del coste de las obras, por lo que el 46 % restante lo contrajo la parroquia mediante un crédito. El Museu Parroquial de Montesa pudo abrir sus puertas el 18 de octubre de 1997.

La puesta en valor del museo es uno de los objetivos encaminados a la potenciación de Montesa como destino turístico, aspiración que con la ayuda de instancias superiores como la Diputación de Valencia se está sustanciando con acciones como la de dotar de mayor accesibilidad al castillo o la creación de un espacio de arte.

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